Uno de los primeros puntos de la llamada ley Ómnibus que el presidente Javier Milei envió al Congreso el miércoles pasado propone la eliminación de los subsidios a las tarifas de los servicios básicos de electricidad, agua y gas. No obstante, el aumento del dólar y el consecuente del costo de los transportes y materiales importados, las tarifas no tardaron en quedar desfasadas, siendo que ya venían de las actualizaciones pendientes de noviembre, luego de los 60 días de congelamiento que llevó adelante el gobierno de Alberto Fernández. Inflación, ajuste, aumento de tarifas. Combo desastroso.

El caso de la energía eléctrica supone la cifra más acotada de aumento, dado que la Empresa Provincial de la Energía (EPE) anunció que implementará una suba de las tarifas de un 9,9%.

«Nos interesa mencionar que encontramos a la EPE con un atraso tarifario deliberado (tarifa congelada a pesar de que el aumento del 20% había sido aprobado) y con déficit financiero mensual desde octubre», deslizó el gobernador  Maximiliano Pullaro en su discurso de asunción el 10 de diciembre. En ese mismo sentido, el presidente de la empresa Hugo Marcucci mantuvo una reunión con el ministro de Infraestructura Gustavo Puccini para, entre otros temas, conversar sobre el precio y las actualizaciones de la tarifa de luz.

Las autoridades provinciales del gobierno saliente sostuvieron que la inflación ya justificaba “desde agosto pasado” un aumento del 49,6% para los usuarios, para los cuales la empresa ya tiene agendado un aumento del 20% en febrero. Así lo publicó el diario El Litoral.

Por otro lado, el sindicato de Luz y Fuerza de Rosario advirtió que si se define la eliminación de los subsidios energéticos, la tarifa de luz  “se producirá un aumento del 1.500 por ciento” en las facturas a partir de enero en algunos segmentos en forma gradual hasta llegar a tres años. Así lo declaró Alberto Botto, secretario general del gremio, en declaraciones a LT8.

Menos mal que todavía no hace frío

Nunca mejor dicho: “como para echar más leña al fuego”, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) presentó al gobierno de Javier Milei un nuevo cuadro tarifario que contempla un aumento que superan ampliamente el 350% en las tarifas para febrero del 2024, según qué empresa distribuidora.

En el caso puntual de la provincia de Santa Fe, las dos empresas que actúan sobre la región, Transportadora de Gas del Norte (TGN) y Transportadora de Gas del Sur (TGS), pidieron subas tarifarias de 573% y 567%, respectivamente.

En el Área Metropolitana de Buenos Aires, las distribuidoras Metrogas y Naturgy pidieron aumentos del 376,52% y 437%, respectivamente. En el interior del país, la empresa Redengas (Entre Ríos) pide un aumento del 481%. Por su lado, Camuzzi Gas Pampeana presentó un cuadro tarifario con aumentos del 421%. Lo mismo hizo Gasnor (que distribuye gas en las provincias Salta, Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán), con subas de entre el 438% y el 704%. A su vez, Ecogas (Córdoba, La Rioja y Catamarca) solicitó un aumento del 126% en sus facturas.

Audiencias públicas

La empresa Aguas Santafesinas S.A. (Assa) solicitó en el marco de una audiencia pública convocada por el Ente Regulador de los Servicios Sanitarios un aumento del 128% escalonado en la factura de agua. Según las autoridades este aumento vendría de la mano del aumento de la divisa norteamericana, lo cual tracciona al alza los costos de los químicos importados utilizados por la empresa para la purificación del agua.

En los debates llevados adelante en la audiencia pública realizada el miércoles 27 y el jueves 28 de diciembre, la empresa presentó un marco de aumentos escalonados en dos etapas, con un 52% en el tercer bimestre del 2024 y otro 50% en el cuarto, que aplicados sobre los aumentos acumulados suma 128 puntos de aumento porcentual de la factura.

No obstante, las autoridades aclararon que los números presentados para el 2024 no contemplan la devaluación del 55% de la moneda nacional, ejecutada por el gobierno nacional. Es decir: el aumento propuesto no cubrirá los costos necesarios, por lo que la puerta queda abierta para próximas actualizaciones tarifarias.

Anahí Rodríguez, presidenta del directorio de Assa y su par integrante de la mesa directiva Darío Boscarol apuntaron que las cuentas de la empresa están siendo abonadas entre un 80% y un 90% por el Estado a través de subsidios, mientras que el resto del costo es abonado por los usuarios. Esta situación era exactamente al revés en el 2019, afirmaron los titulares de Assa, siendo que el 70% de los aportes provenían de la facturación y el restante 30% del conjunto de los santafesinos.

¿Qué pasará con el transporte público?

El encarecimiento del combustible en todo el país por encima del 50% y la reducción de los subsidios al transporte puso a las empresas del transporte en pie de guerra. 

Según declararon desde las centrales que nuclean a los empresarios del transporte de pasajeros urbanos y de media y larga distancia del área metropolitana de Buenos Aires, mantuvieron una reunión con el ministro de Infraestructura Guillermo Ferraro donde se decidió el inminente aumento del boleto de colectivo a $77 por viaje.

Durante la gestión de Alberto Fernández, el ministro Diego Giuliano aprobó el congelamiento del precio del boleto en agosto, aprobando un cuadro tarifario hasta el mes de diciembre. Siguiendo ese criterio, los viajes del colectivo porteño y bonaerense podrían aumentar hasta un 60% en los próximos días, y entre un 20% y un 30% antes de febrero.

No obstante, en Rosario los viajes en colectivo están fijados en $240 por boleto. A partir de una disposición del Ejecutivo municipal aprobada por la mayoría oficialista del Concejo Municipal, el costo del ticket tendrá un aumento bimestral correspondiente a la inflación de ése período, por lo que se augura que el boleto podría subir entre un 50% y un 55% en febrero, según estimaciones de consultoras privadas del Índice de Precios al Consumidor (IPC).