La canasta básica total subió 26,8% el año pasado, mientras en diciembre una familia necesitó un ingreso de $16.677,44 para no ser pobre, indicó hoy el INDEC.

Esa misma canasta, que tiene en cuenta alimentos, bienes y servicios; registró una variación del 4,1% frente a noviembre.

La suba de la canasta total a lo largo de 2017 superó a la cifra de inflación de todo 2017, que según el Instituto Nacional de Estadística y Censos se ubicó en 24,8% el año pasado.

También estuvo por encima de la medición mensual, ya que el costo de vida trepó 3,1% en diciembre último.

El organismo señaló que la canasta alimentaria, que delimita la línea de indigencia, tuvo un incremento de 21,7% en los últimos doce meses.

A su vez, calculó que durante diciembre tuvo un aumento de 1,2% frente a noviembre último.

Así, una familia tipo necesitó en diciembre un ingreso de $16.677,44 para no ser considerada pobre.

Ese mismo hogar debió contar con una entrada de $6.644,40 para cubrir la canasta alimentaria y no caer en la indigencia.

En tanto, en el período analizado, una familia de cinco miembros necesitó en diciembre $17.541 para no ser pobre, mientras que tuvo que contar con una entrada de $6.988,44 para evitar caer en la indigencia.

En el caso de un hogar con tres integrantes, el ingreso necesario para cubrir los gastos de la canasta básica total, fue de $13.277,19; al tiempo que para afrontar los de la alimentaria fue de $5.289,71.

El INDEC recordó que la canasta que determina la línea de pobreza «se valoriza cada mes con los precios relevados por el Índice de Precios al Consumidor del Gran Buenos Aires (IPC-GBA)».

Según la Dirección General de Estadística y Censos porteña, el costo de la canasta básica total subió un 23,4% en la Ciudad de Buenos Aires a lo largo de 2017, mientras que el de la canasta alimentaria avanzó un 20,1%.

El costo de la canasta que una familia tipo debe cubrir para no ser pobre se ubicó en diciembre último en $16.847,24.