Por Alejandro Maidana

En marzo del año en curso, desde el Banco Central de la República Argentina indicaban que “los importadores podrían acceder al pago de importaciones por Licencias Automáticas por el equivalente a lo que importaron en el 2021 más un 5%, o hasta el 70% más de las importaciones realizadas en 2020, y, en caso de requerir importaciones superiores a dicho monto, podrían buscar financiamiento por la diferencia a un plazo mínimo de 180 días”.

Esta decisión fue rápidamente resistida por la Cámara y distintos laboratorios, quiénes no dudaron en calificarlo como arbitrario, ya que no contempla los aumentos de costos logísticos, ni de materias primas. Por otro lado, destacaron que el 90% de un medicamento en la Argentina es importado, ya sea por insumos adicionales como el PVC, como por alguno de sus componentes.

A diferencia del resto de los países de la región, más de la mitad del mercado de medicamentos está abastecido por empresas de capital nacional. Nuestro país produce 690 millones de unidades al año, siendo un 68,4% producidas por laboratorios nacionales y mostrando un crecimiento paulatino de la producción en los últimos años.

Si bien en el 2020 los medicamentos alcanzaron exportaciones por USD 716 millones en Argentina, mostrando una leve caída, pero manteniéndose por sobre su promedio histórico. La industria tiene un proyecto de crecimiento y expansión de sus actividades en el país y en el mundo, conformando el sector que agrupa mayor cantidad de empresas argentinas con actividades de proyección internacional.

La industria farmacéutica global ha tenido un crecimiento significativo en los últimos años, consolidando su nivel por encima de1 billón de dólares desde el año 2014. Como dato de suma valía, es preciso destacar que el crecimiento del mercado farmacéutico en el año 2020, fue del 6,7%. Argentina participa en un 11,2% del total del mercado de América Latina y 0,5% del mercado mundial, en este último, las exportaciones mundiales crecieron un 45% durante los últimos 10 años.

Nuestro país se ubica en el puesto 40 a nivel mundial, consolidando su posicionamiento, siendo Alemania quién concentra el 14,4% del mercado mundial. El sector de fabricación de medicamentos cuenta con 229 plantas industriales instaladas en el país, de las cuales 181 son de empresas de capitales nacionales. La industria farmacéutica y farmoquímica argentina representa aproximadamente un 5% del valor agregado industrial del país.

Según la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA), luego de un aumento sostenido en las exportaciones, se observa una caída desde el año 2017, con un incremento del déficit comercial acompañado de una aún mayor importación. En los últimos años la industria farmacéutica y farmoquímica nacional absorbió a plantas industriales de empresas multinacionales que dejaban sus actividades de producción en el país.

Cabe destacar que en los últimos años se incrementó el peso de las importaciones en el conjunto de las ventas al mercado interno. En efecto, en el año 2020 el 30% del consumo de medicamentos en el país fue de origen importado. Mientras que, en 1994, dicha proporción se estimaba en 6,9%. No obstante, entre los laboratorios nacionales casi la totalidad de las ventas internas se explica por producción local, mientras que entre los laboratorios multinacionales un 65% de sus ventas corresponde a medicamentos importados.

Siguiendo con las últimas referencias del 2020, las exportaciones argentinas de medicamentos alcanzaron un valor de USD 715 millones en el año 2020, registrando una caída del 2% respecto del año 2019. A su vez, este valor de exportaciones es el doble del registrado en el año 2005. Mientras que las importaciones alcanzaron los USD 2.144 millones en ese año, registrando un aumento del 2,5% respecto al año anterior. Según informa CILFA, las exportaciones de productos farmacéuticos en toneladas mantienen una tendencia estable durante los últimos años. Del 2005 al 2020, las cantidades vendidas al exterior en toneladas de medicamentos se incrementaron 84%.

Si bien existe una recuperación en los últimos años en las exportaciones, aún no se alcanzaron los niveles del 2016. Sin embargo, las exportaciones de los laboratorios nacionales casi se cuadruplicaron durante los últimos 15 años. Excepto entre el 2017 y 2019, al menos desde el 2005 los laboratorios nacionales mantuvieron siempre un saldo comercial positivo. Por el contrario, los laboratorios multinacionales mantienen un fuerte déficit comercial en todo el período, con una tendencia creciente. Entre 2005 y 2019 el déficit se incrementa un 315%. En los años 2018 y 2019 hubo una mejora del saldo de la Balanza Comercial, en el último año los laboratorios nacionales tuvieron saldo positivo gracias a sus exportaciones.

Otro dato no menor, tiene su anclaje que entre el 2003 y 2020, las exportaciones se multiplicaron por 4 pero las importaciones lo hicieron por 13. La consolidación de la salida exportadora de los laboratorios permite reafirmar el concepto de “marca argentina”, por medio del reconocimiento internacional de la calidad de los productos argentinos. En 2020 las exportaciones hacia el MERCOSUR explicaron un 34,3% del total. Mientras tanto, el total enviado a América Latina explicó un 60,1%. De esta manera, el principal foco de las exportaciones sigue siendo los países de LATAM. Desde 2016 Estados Unidos (5%) y Francia (5%) se introducen dentro de los compradores más destacados.

Entonces, ¿a qué se debe la faltante de medicamentos?

La problemática actual puede referir a diversos factores, pero la que sobresale y se manifiesta explícitamente, son las actuales restricciones a las importaciones que el Fondo Monetario Internacional promueve con la única intención de asegurase la garantía de cumplimiento con la deuda. Una vez más, la economía del país se subordina a los bajos instintos del FMI, un yunque que tiene responsables políticos, y que hoy cínicamente, se alarman por el espinoso camino que se debe transitar.

De los efectos recesivos que generan las restricciones a las importaciones y el cepo cambiario, se desprenden un sinfín de problemáticas. Por ejemplo, la industria farmacéutica viene advirtiendo que se espera un faltante de medicamentos durante el año ante la imposibilidad de los laboratorios de acceder a los dólares necesarios para importar ciertos insumos.

Por ello, dicha industria viene alertando sobre esta falta, el argumento encuentra asidero en la imposibilidad de acceder a los dólares que permitan importar ciertos insumos. Claro, lo que no puede quedar al margen del análisis, es la contundente brecha cambiaria, con un dólar Blue por las nubes, la tendencia alcista y la especulación juegan su partido con el árbitro a su favor.

Aquí podemos encontrar algunas de las explicaciones a la faltante de medicamentos que se viene sucediendo a lo largo y ancho del país. Un inconveniente que tiene como aditivo, el impacto inflacionario debido a las expectativas de devaluación que alimentan la remarcación, sumado a que, debido a la faltante de dólares, muchas empresas adquieren dólares paralelos promoviendo una mayor remarcación, y, a su vez, frente a los cupos de importación, muchas firmas realizan sus compras en el exterior con dólares paralelos trasladando al precio final esos costos más elevados.

Otro problema que se desprende de ello, es que el 30% de las exportaciones de servicios del 2021 se cobraron al dólar blue, por fuera del circuito oficial, lo que significó una fuga de USD 1.800 millones y se espera que este año llegue a USD 2.400 millones. Los datos mencionados fueron recabados por Argencon, la cámara que nuclea a las empresas de la llamada “economía del conocimiento”.

La Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa) y la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala), venían alertando sobre la posibilidad de enfrentar un desabastecimiento, por ello desde CILFA, insisten la “necesaria y pronta flexibilización de esta regulación financiera para el sector de laboratorios farmacéuticos, para de esa manera, evitar problemas en el abastecimiento de materias primas, principios activos y otros insumos desde el exterior” ¿Pero como hacerlo sin quebrar el acuerdo con el FMI? La reciente ministra de Economía Silvina Batakis ratificó, en un contacto con funcionarios del Fondo Monetario Internacional, que «apoya los objetivos del acuerdo» con el FMI y que trabajará de manera constructiva con el organismo multilateral de crédito. Así lo dijeron fuentes de la entidad. Digamos que el horizonte no es muy alentador.

La necesidad de corregir la incómoda realidad de un país que no puede garantizar el acceso a los alimentos y medicamentos, tiene su anclaje en una deuda externa tan ilegítima como condicionante. Quienes empeñaron el presente y el futuro minando un terreno que pueda allanar su regreso al poder, son los máximos responsables de una lúgubre realidad social aderezada por una histórica pandemia, y un conflicto bélico inusitado para estos tiempos. No se trata de justificar las acciones tomadas por el BCRA, pero es menester brindar la cronología de los hechos para poder comprender lo beligerante de nuestra economía y los acuerdos que garantizan dependencia y dolor. Tierra abonada para que los especuladores de siempre, continúen con su banquete a base del padecimiento de la enorme mayoría.