El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó a 3% la proyección de crecimiento de la economía argentina en 2022, en un contexto mundial de tasas más elevadas e inflación, y subrayó que trabaja «muy de cerca con las autoridades» para acordar un nuevo programa de financiamiento a partir de la adopción de «un enfoque flexible y pragmático».

De esta forma, el organismo multilateral elevó las proyecciones del país en 0,5 puntos del PBI respecto de las estimaciones formuladas en octubre último, según los últimos datos del informe World Economic Outlook (WEO), cuya actualización parcial de algunos países fue presentada hoy en medio del tradicional Foro de Davos.

Lo mismo ocurrió para las estimaciones de 2023, que contemplan una suba de 2,5%.

La Argentina mejoró sus proyecciones en un contexto más complicado para los países emergentes que aquel que había en octubre pasado, en tanto continúa con las negociaciones con un nuevo acuerdo con el organismo, para posponer los vencimientos del crédito de 45.000 millones de dólares tomado durante la administración de Mauricio Macri.

Gita Gopinath

“Como saben, estamos trabajando muy de cerca con las autoridades argentinas para elaborar un programa que ayude a la gente de Argentina», dijo hoy la economista jefe del organismo Gita Gopinath, durante la conferencia de prensa en la que se presentó la actualización del WEO.

Según Gopinath, «eso requerirá un programa que sea sólido y creíble y que aborde los desequilibrios que tiene el país. Entonces tenemos que mejorar los desequilibrios para que podamos ayudar a que los argentinos se recuperen y puedan salir de las dificultades que están enfrentando», ahondó la economista, cuando faltan apenas un par de días para el primer vencimiento del año, en concepto de intereses, por US$ 731 millones.

Desde el FMI «estamos trabajando muy de cerca con las autoridades y entendemos que la situación social y económica es desafiante, por lo que estamos adoptando un enfoque flexible y pragmático. Lo sabemos, esperamos progresar aún más en los próximos días”, resumió.

Al enumerar las amenazas existentes a nivel global, a raíz de las complicaciones que trajo la nueva variante Ómicron de coronavirus, la directiva dijo que «las perturbaciones han resultado en una inflación más alta y generalizada de lo previsto, especialmente en los Estados Unidos y muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo», subrayaron en el informe.

A la vez, existe «una reducción en curso del sector inmobiliario de China y una recuperación del consumo privado más lenta de lo esperado» con perspectivas de crecimiento limitadas», completó.

De esta forma, «se espera que el crecimiento mundial se modere del 5,9% en 2021 al 4,4% en 2022, medio punto porcentual más bajo para 2022, que en la edición de octubre del WEO, lo que refleja en gran medida el pronóstico rebajas en las dos economías más grandes», es decir, Estados Unidos y China.

«Como las economías avanzadas elevan las tasas oficiales, pueden surgir los riesgos para la estabilidad financiera y las economías de mercados emergentes y en desarrollo los flujos de capital, las monedas y las posiciones fiscales, especialmente con los niveles de deuda que han aumentado significativamente en el últimos dos años», sostuvo Gopinath.

También, el FMI advirtió que otros riesgos globales pueden cristalizarse a medida que las tensiones geopolíticas sigan siendo altas, a las que se suman la emergencia climática en curso, con una probabilidad de grandes desastres naturales.

Dado que la pandemia continúa, desde el FMI alentaron a poner «el énfasis en una estrategia de salud global efectiva es más sobresaliente que nunca», indicaron, entre la principales conclusiones.