La actividad económica en Rosario volvió a resentirse en el primer cuatrimestre y continua así la tendencia del año 2016. La industria y el comercio son los sectores más afectados, mientras que la construcción, empujada por la obra pública, sigue en alza. Son datos de un informe preliminar del municipio publicados hoy por el diario La Capital.

Según estos datos, provisorios, la facturación del mes de abril (en comparativa con igual período de 2016) completa un cuatrimestre con un crecimiento nominal del 27,7 por ciento, pero que, al tener en cuenta el dato del IPC (Índice de Precios al Consumidor) da por tierra con ese crecimiento, de carácter inflacionario, dejando entonces una caída del 1,4 por ciento en la actividad en términos reales.

Cuando se posa la lupa sobre cada sector, la tendencia es la misma del último semestre. Esto es:

– Comercio: crece a tasas nominales similares al promedio (es decir al nivel de la inflación)

– Construcción y Servicios privados: crecimiento en términos reales (por encima de la inflación)

– Industria: es el sector más perjudicado con fuerte descenso en términos reales (por debajo de la inflación).

Se ve, entonces, que en un escenario (en el cuatrimestre) de decrecimiento real de más del 1 por ciento, la construcción y los servicios crecen en términos reales. En el primer sector continúa la tendencia que se inició en agosto pasado, luego de varios meses de caída, cuando comenzaron a crecer los despachos de cemento y se comenzó a aplicar el plan de obras públicas nacional, suspendido hasta entonces por el cambio de administración. Esto se replica a nivel provincial y municipal con impulso de la obra pública y explica el auge de sector.

El sector de servicios privados también crece en términos reales, siempre según datos provisorios del informe, ya no sólo liderado por la intermediación financiera sino también por actividades vinculadas a la salud, la información y la comunicación.

En lo que respecta al comercio, tanto al por menor (+24 por ciento) como al por mayor (+21 por ciento) crecen por debajo de promedio de facturación de la ciudad. Caso distinto el de las concesionarias, que luego de muy bajo 2016, crecieron un 29 por ciento en términos nominales.

La situación más acuciante se da en la industria, donde en general la mayoría de las actividades no alcanzan la media de facturación local, y en particular la industria textil sufre un decrecimiento nominal, es decir que facturó menos que en 2016.

Consultado por este informe, el secretario de Hacienda de Rosario, Santiago Asegurado, dijo a LT8: «Nosotros elaboramos mensualmente un informe en función de las declaraciones de los contribuyentes rosarinos del Derecho de Registro de Inspección (Drei). Eso permite cada mes tener una foto aproximada de lo que acontece en la actividad económica de la ciudad. La foto al mes de abril muestra algo muy parecido a lo que venimos midiendo en el último semestre. La conclusión general es un resultado negativo en términos reales, teniendo en cuenta la inflación del período, de 1,4 por ciento».

El funcionario municipal aseveró que «el comportamiento de los sectores no es uniforme» y que es natural en este contexto «donde los incentivos a realizar inversiones en la economía real son bajos».

«Los incentivos están puestos en el sector financiero. El comercial es el segundo más golpeado, que tiene movimientos negativos. La industria está 10 puntos por debajo de lo que sería la pauta inflacionaria. Y algunos, los más golpeados por la apertura de la economía de los últimos meses, tienen facturaciones en marzo y abril en nuestra ciudad menos pesos que el mismo mes del año pasado. Como el textil, por ejemplo, que vive una situación de mucha preocupación en nuestra ciudad», sostuvo Asegurado, al tiempo que valoró el crecimiento en construcción porque «si bien es pequeño en cuanto al peso de su facturación, es muy importante en la generación de empleo».