El aire condicionado se volvió un electrodoméstico indispensable para afrontar las altas temperaturas que azotan al país. Sin embargo, los trabajadores de refrigeración –tanto quienes se dedican a instalar estos equipos como quienes vender los insumos para dicha tarea– se encuentran en alerta ante la falta de caños de cobre, indispensables para colocar los aparatos.

El faltante de caños comenzó a registrarse entre julio y agosto de 2022. Según los proveedores, este insumo se encuentran varado en las Aduanas, ya que ante la inestabilidad del dólar muchos fabricantes prefieren no comercializarlo.

Para conocer más sobre esta situación, Conclusión dialogó con Nahuel Farías, instalador de aires acondicionados en Rosario desde hace más de diez años, quien admitió: “Son varias las medidas de caño de cobre que faltan. Esta situación no afecta a la reparación, pero sí a la instalación de equipos”.

“Los equipos nuevos, sobre todo los comunes, para una casa, requieren un caño de ¼ o ½ pulgada, y son los que más están faltando. Pueden llegar a vender un kit por persona, el precio no varía mucho, pero el tema es que tampoco se consiguen con frecuencia. Nosotros hacemos entre seis o siete instalaciones por día, pero no te venden esa cantidad”, destacó Farías, quien además precisó que los kits constan de tres metros de caño, que pueden oscilar entre tres medidas: ¼ y 3/8; ¼ y ½; o ¼ y 5/8.

Consultado por los motivos por los que no se consiguen caños de cobre en el mercado interno, Farías indicó: “Supuestamente es por la inestabilidad del dólar, ellos dicen que ganan más plata teniéndolos guardados que vendiéndolos. Los caños son todos importados, y se presume que están todos en las Aduanas. Si vas a la casa de refrigeración y preguntás, te dicen que aún no llegaron, muchas casas grandes de refrigeración de Rosario no tienen nada. Llamas a Buenos Aires o a otras localidades y nadie tiene caños de cobre”.

Tras asegurar que la falta de este material comenzó a registrarse a partir de los meses de julio y agosto, el instalador de aires apuntó contra los comerciantes, al señalar que los pocos que aún tienen caños en stock “quieren cobrar mucho y se abusan”. En este sentido, indicó que en julio el kilo de cobre costaba $7.700, y actualmente se comercializa a $14.000.

En relación al impacto que este faltante tiene en su trabajo, Farías observó: “No podemos hacer muchas instalaciones, dependemos más de los arreglos, que son lo que más nos reditúa económicamente. Además, hoy no sabemos si decir que sí o que no por el tema de los caños. Si vos confirmás una instalación y vas a la casa de refrigeración y no hay caños, te empiezan a mirar mal, o llaman a otra persona y a los días te vuelven a llamar a vos diciendo que contactaron a varios instaladores y ninguno tiene caños. Estamos con muchas obras sin terminar por la falta de caños. Ojalá que pronto se resuelva. Trabajo hay, pero no podemos instalar sin el material”.

A su turno, Gastón, un trabajador de la empresa rosarina Cormay –especializada en venta de repuestos de refrigeración– habló con Conclusión y especificó: “El problema con el caño de cobre es general y viene desde hace varios meses. Tenemos problemas con los proveedores, con el consumidor final y con los mecánicos. Esto arrancó a mitad de año, pensamos que antes de llegar a la temporada, en octubre o noviembre, la cosa se iba a acomodar, pero desgraciadamente está cada vez peor”.

“Nuestro proveedor mayorista tiene a los caños varados en la Aduana hace más de un mes y no los puede liberar. Están todos en la misma situación, en su momento se habló de que hubo mucha especulación por el tema de los precios. También hay faltante de gases refrigerantes y la mayoría de los repuestos, hay muchas cosas que no entraron para la temporada”, agregó.

Luego de asegurar que todos estos insumos son importados, el comerciante apuntó: “Provedores nuestros nos han querido vender caños de cobre a mucho más de lo que en su momento lo teníamos a la venta. Nosotros no entramos en ese juego, es una locura venderlo a ese precio, porque la gente puede pensar que vos especulaste y la estás matando, y no está bueno”.

La poca o nula oferta de estos insumos provoca una amplia demanda: ya no solo se acercan a consultar por caños de cobre los clientes habituales, sino que también muchas personas llegan al comercio en busca de una respuesta positiva que les permita avanzar en la colocación de aires acondicionados.

“Vos querés vender, estás para dar un servicio, y no se hace muy fácil decir que no. Empezamos a restringir porque no teníamos muchas opciones, en un momento no le podíamos vender ni a las constructoras ni al público, para el cliente de toda la vida era una fracción, cada vez se restringía más”, señaló Gastón.

Por último, destacó que no solo se registra desabastecimiento de caños de cobre: “El refrigerante R-22, que viene en un montón de versiones, únicamente lo tenemos en garrafas grandes. Por ejemplo, si se rompe el aire de una casa que va con un kilo de gas, no le vas a poner una garrafa de 13 kilos, pero damos la posibilidad de que se le pueda pedir prestada al técnico que va a hacer el trabajo una garrafa pequeña, para que nosotros podamos fraccionar y vender”.