Luego de los cruces entre la Unión Industrial Argentina (UIA) y el Gobierno por la propuesta de los empresarios de reducir el salario a aquellos empleados que no quisieran vacunarse, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, participará mañana de la celebración del Día de la Industria.

El evento de conmemoración se llevará a cabo desde las 12 en Cerámica Alberdi, localidad de José C. Paz, provincia de Buenos Aires.

Si bien también fue enviada la invitación al presidente Alberto Fernández y al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, aún no confirmaron su presencia.

«El potencial regional y sectorial de Argentina conforma uno de los activos productivos más importantes de cara al futuro.

Ponerlo en valor es uno de los desafíos trascendentales que los hombres y las mujeres industriales de nuestro país tienen por delante en los próximos años», indicó la poderosa entidad fabril en un comunicado.

Recientemente, la UIA mantuvo una reunión con Kulfas, y su par de Trabajo, Claudio Moroni, luego de la polémica respecto de la propuesta de los empresarios.

La relación entre la UIA y la administración de Alberto Fernández se volvió a tensar semanas atrás cuando el presidente de la entidad industrial, Daniel Funes de Rioja, sugirió a las empresas impedir el ingreso de los empleados que rechacen vacunarse y, por lo tanto, dejar de pagar los salarios por entender que implica un «riesgo» para la presencialidad.

«Quien quiera entrar en un lugar de trabajo colectivo, tiene que tomar las medidas del caso, y las medidas del caso es vacunarse y, si no quiere, no podrá ingresar al lugar de trabajo», advirtió el también titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL).

«Tuvimos un arranque de diálogo con la nueva conducción de la UIA un poco tenso», evaluó Kulfas, quien destacó: «Hubo de parte de ellos alguna idea de recapacitar sobre el nivel de diálogo que estábamos teniendo y volvimos a tener una agenda más constructiva y no tanto la chicana, como veníamos viendo».

Sin embargo, cuestionó que «al máximo nivel de la UIA parecía más predominante la crítica que el acompañamiento a las cosas positivas».