Luego de una jornada signada por el reclamo popular, la violencia de algunos grupos extremistas y las fuerzas policiales, y una sesión maratónica (y caliente) en la Cámara baja del Congreso Nacional, se aprobó la reforma previsional, clave de bóveda para el plan económico del gobierno. Repasamos los puntos más relevantes del proyecto:

  • Se modifica la fórmula de movilidad que alcanza a más de 17 millones de personas, entre las cuales se encuentra jubilados, pensiones no contributivas, beneficiarios de asignaciones familiares y AUH.
  • El esquema vigente hasta hoy produce un ajuste semestral, basándose un 50% en evolución de salarios y un 50% en la recaudación. Ahora se producirá un ajuste por trimestre, utilizando para el calculo el 70% de inflación y el 30% de suba de salarios formales (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables -Ripte-).
  • Esto implica una rebaja en lo inmediato, ya que en marzo de 2018, en lugar de brindar el aumento semestral correspondiente a julio-diciembre (12% aprox.) se otorgará el aumento basado en la nueva fórmula de julio a septiembre de 2017, que arroja un 5,7%. Esto significa que en el inicio haya una merma en los haberes y un retraso de hasta 6 meses en el ajuste.
  • Luego del escandaloso levantamiento de sesión del jueves 14 de diciembre, el gobierno decidió otorgar un «bono compensatorio» para mermar el «bache» entre las fórmulas. Se aplicaría en marzo de 2018 “por única vez”, pero una de las diferencias entre la nueva y la anterior fórmula abarca un período de tres meses: marzo, abril y mayo. Además no alcanza a la totalidad de los jubilados y pensionados, sino sólo a quienes cobran hasta 10.000 pesos y realizaron aportes por más de 30 años, y a beneficiarios de AUH (en un numero menor). No alcanza pensiones por invalidez no contributivas. Por otra parte el bono no sería remunerativo, es decir no integra el haber. De tal modo, no se lo tomará en cuenta para calcular el aguinaldo y tampoco se lo considerará para los futuros aumentos.
  • Como bien señaló el periodista económico de Clarín, Ismael Bermúdez, esto significa que el bono, que implica reconocer que hay una pérdida para los alcanzados por la movilidad, sólo regiría en uno de los tres meses en que se verificará el primer bache entre ambas fórmulas, con lo que no alcanzaría a cubrir la caída en los ingresos del otro bimestre.
  • Con la fórmula que rigió hasta hoy, a un haber medio de 10.000 pesos le correspondería una suba aproximada de 1.200 pesos en marzo de 2018. En tanto, con el proyecto oficial aprobado esta mañana, el aumento sería de 570. La quita representa el 52,5%. Por aplicar un retroactivo que implica una merma en los beneficios, siempre un mes atrasado, muchos abogados constitucionalistas sostienen que el cambio es “inconstitucional» y vaticinan un aluvión de juicios al Estado.
  • Con la fórmula que se aprobó hoy, mes a mes, hay un margen que se acumula a favor de una fórmula y en deterioro de la otra. Hay meses donde esa diferencia se estira (marzo y en septiembre), y otros donde se recorta. Nunca se compensa totalmente.
  • Para quienes al momento de la jubilación hayan reunido 30 años de aporte, se garantizará con la nueva ley el 82% sobre el salario mínimo, vital y móvil. Actualmente esa relación es del 81,8%. Quedan excluidos quienes se jubilaron por moratoria y aquellos a los que no les correspondió el beneficio de la PBU ( Prestación Básica Universal). Este punto fue aditado en el Senado.
  • Los trabajadores en relación de dependencia del sector privado podrán ahora optar, si así lo prefieren, por jubilarse a los 70 años. En ese momento recién podrán ser intimados por sus empleadores para que inicien el trámite del retiro jubilatorio. Los estatales quedan excluidos. Las mujeres hoy pueden jubilarse a partir de los 60, con 30 años de aportes, y pasa a ser obligatorio a los 65. Y para los varones la opción rige entre los 65 y los 70 años.
  • Según estimaciones, en base a datos de Cetrángolo y Folgar, con el nuevo calculo, un jubilado promedio adquiriría aproximadamente un 3% menos en todo 2018 (alrededor de 6 mil pesos) que con la fórmula que rigió hasta hoy. En tanto, para diciembre de 2019 la nueva fórmula generaría un haber mínimo real (teniendo en cuenta la inflación) un 8% menor que el que se lograría con la fórmula vigente hasta hoy.
  • El ahorro fiscal para el gobierno se calcula en alrededor de 72.000 millones de pesos. El gasto adicional que afrontará el gobierno con el «bono compensatorio» que otorgará por única vez en marzo ronda los 4.200 millones de pesos.