El Banco Central de la República Argentina (BCRA) volvió a bajar la tasa de interés y la redujo en 10 puntos porcentuales, llevándola así a un 70% anual.

Según informaron desde la entidad bancaria la decisión está directamente relaciónada con la desaceleración inflacionaria y de la decisión de mantener los rendimientos de los ahorristas por debajo de la inflación. Esta medida reduce drásticamente el interés que se paga por los plazos fijos y acentúa la decisión del Gobierno nacional de continuar licuando los ahorros de la población.

Al asumir la actual conducción del BCRA se dispuso que la tasa de interés baje de 133 a 100% y el mes pasado sumó un nuevo recorte a 80%. En ese momento, la autoridad monetaria también desactivó la obligación de los bancos a pagar una tasa de interés mínima por depósitos a plazo fijo, para fomentar la competencia entre las entidades bancarias.

Los bancos comenzaron a reaccionar inmediatamente a esta decisión, y las tasas de los plazos fijos a 30 días se corrigieron al instante. El primero en aplicarla fue el Banco Nación (BNA) que la llevó del 70% al 65% en forma inmediata. Le siguieron en pocos minutos otras entidades, como  el Banco Macro, que la bajó  al  68%  y el BVA que la dejó en  66%

La reducción de la tasa de interés también favorece las cuentas del Central ya que pagará menos interés por los pasivos remunerados, una de las principales preocupaciones del presidente, Javier Milei y del equipo económico.

El stock de pases pasivos es de cerca de $33 billones, los cuales generan un interés diario.

A su vez, la baja de la tasa puede estimular la aparición del crédito en momentos en que se agudiza la recesión. Por otra parte, una caída en los rendimientos de los plazos fijos puede impulsar a los ahorristas a desprenderse de esas inversiones, pasándose al dólar, lo que apuntalaría su valor en momentos en que la oferta aumenta.