La ex presidenta del Banco Central de la República Argentina (BCRA) pasó este viernes por Rosario y precisó en diálogo con Conclusión que “el dólar está planchado porque esa es la principal apuesta electoral del Gobierno” para la cual “ha pedido permiso al Fondo Monetario Internacional (FMI) para salir a vender reservas internacionales y mantener esta gran burbuja financiera que se ha instalado en país en últimos años”.

«La contracara son las enormes tasas de interés, se venden reservas para financiar fuga de capitales de propios argentinos, no hay posibilidad alguna de tomar creídos por parte del sector productivo, esto acentúa tendencias recesivas, esta calma cambiaria no tiene base solida lamentablemente, es artificial y con un costo social y productivo importante», detalló la economista.

Respecto a las motivaciones del gobierno, Marcó del Pont consideró que “apuesta a eso porque sabe que el dólar es relevante para argentinos, aun los que no ahorran en esa moneda”.

Agregó que la devaluación es “factor explicativo de la aceleración inflacionaria a lo largo de estos años, por lo que tranquilizar el dólar para desacelerar el crecimiento de la inflación es oxigeno para recuperar consumo”.

“La pregunta es, ¿se va a poder recuperar consumo con un ajuste fiscal enorme, después de que un sector del trabajo ha perdido durante 19 meses seguidos capacidad de compra del salario, con trabajadores formales e informales, familias argentinas muy endeudadas, no sólo con el sistema bancario sino con canales informales financieros? Lamentablemente creo que no hay condiciones objetivas para pensar que en los próximos meses avance en un proceso de recuperación económica fundado en bases sólidas”, se explayó la ex titular del BCRA, entre 2010 y 2013.

«El dólar está planchado porque es la principal apuesta electoral del Gobierno, para eso pidieron permiso al FMI para salir a vender reservas»

Consultada por Conclusión sobre la actual gestión del Banco Central, a cargo de Guido Sandleris, la también ex presidenta del Banco Nación, sostuvo que “el BCRA hoy es responsable de esta gran burbuja financiera en la que se ha transformado el país”.

“El costo cuasi fiscal de los intereses que paga el Banco Central por las Leliqs llega a casi 5 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), una barbaridad, y son transferencias de riqueza que se están haciendo desde el bolsillo de trabajadores y la producción hacia el capital financiero”, precisó la ex funcionaria.

“La pregunta es, ¿se va a poder recuperar consumo con un ajuste fiscal enorme, de haber perdido durante 19 meses seguidos capacidad de compra del salario?»

“Es un Banco Central que desde que asume este gobierno opta por desregular el sistema financiero, la cuenta capital, el mercado de cambios, ha ido destruyendo en base a altas tasas y déficit cuasifiscal, una gran burbuja financiera que es la que va a haber que desmontar. Es una encerrona muy difícil que hay que discutir integralmente, no resiste parches. Esta lógica monetaria, que rige desde hace cuatro años hace que al que tiene capital en Argentina le sea muchísimo más rentable especular que producir”, añadió Marcó del Pont.

Acuerdos externos e internos

Además de su cargo como titular de la autoridad monetaria, quien ejerciera como consultora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), visitó la ciudad para participar de la Diplomatura de Formación Sindical en la Asociación Empleados de Comercio de Rosario (AEC).

Allí mencionó algunos pilares para la construcción de “una agenda alternativa” ante el escenario de crisis, y explicó a Conclusión que se viene dando “una confluencia de discusiones de determinados institutos y sectores que trabajan con la problemática en el mercado de trabajo y la coincidencia es que el punto primero tiene que ser la generación de un ámbito de discusión tripartito, institucionalizarlo, donde participen trabajadores, empresarios y estado”.

“La situación económica y social argentina es muy crítica, muy probablemente a fin de año, una vez transcurridas las elecciones, haya un desenlace más crítico todavía»

“La situación económica y social argentina es muy crítica, muy probablemente a fin de año, una vez transcurridas las elecciones, haya un desenlace más crítico todavía, cuando el FMI reclame al gobierno entrante que deje flotar al dólar, que haga ajuste fiscal más fuerte, además de cara al endeudamiento brutal que hemos acumulado en estos años, se necesita un contrato ciudadano como el que menciona la ex presidenta. Es una responsabilidad de todos, juntos en función de un proyecto de recuperación de la economía argentina, se necesita que estén los movimientos sociales, trabajadores, empresarios, para ver cómo se reconstruye el país”, profundizó Marcó del Pont.

Por último, se refirió al acuerdo anunciado días atrás, entre el Mercosur y la Unión Europea. “Yo creo que es un mal acuerdo para Argentina, para los intereses de la mayoría de los sectores de la producción, se hizo como parte de una estrategia pre electoral”, enfatizó la académica.

«Un acuerdo de esta naturaleza (Mercosur-UE) tiene que ser el desenlace consensuado por sectores de productividad y trabajo, directamente involucrados, afectados por estas decisiones». 

“Hay sustitución de trabajo nacional por trabajo extranjero. Creo que un acuerdo de esta naturaleza compromete y condiciona enormemente el futuro y las posibilidades de desarrollo. Esto tiene que ser el desenlace consensuado por sectores de productividad y trabajo, directamente involucrados, afectados por estas decisiones, lanzaron un acuerdo de libre comercio en un mundo donde hay un proceso de repliegue de la globalización comercial, con creciente proteccionismo. Hay mucha asimetría con el bloque que queremos desregular, todos sabemos que es industrialmente avanzado y nosotros tenemos el desafío todavía de profundizar el proceso de industrialización en Argentina. Hay que dar un debate en estos ámbitos: en el mundo de la producción, el trabajo y el estado, para que si se llega a un acuerdo, sea defendiendo los intereses y sobre todo el futuro de la producción”, concluyó.