Las Reservas Internacionales del país caerán en alrededor de 3.000 millones de dólares este martes, a raíz de la cancelación del préstamo Repo interpuesto por bancos internacionales, como corolario de la crisis financiera que atraviesa el país.

Un grupo de entidades financieras había otorgado un crédito por 2.615 millones de dólares al Estado argentino (antes del estallido de la crisis de 2018), para engrosar las reservas.

Por la caída abrumadora de bonos argentinos en los últimos días, ese contrato tomó condición de «exigible» por parte de los bancos, con lo cual el flamante ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, decidió cancelar la obligación.

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«La República Argentina redujo este martes su deuda pública en moneda extranjera por un monto total de US$ 12.810 millones luego de realizar pagos por un total de US$ 2.615 en el marco de contratos de recompra con varias entidades financieras» dice el texto difundido desde el Ministerio de Hacienda.

De esta manera, en la jerga económica, lo que hizo el Gobierno fue «recomprar deuda», a través de operaciones donde se cancelaron Bonar 2024 por US$ 5.948 millones, Bonar 2025 por US$ 4.019 millones y Bonar 2037 por US$ 2.842 millones de capital, precisaron funcionarios de Hacienda, según publicó la agencia estatal Télam.

El país poseía hasta la fecha unos 3.865 millones de dólares de «repos», entablados con los bancos Citibank, Santander, HSBC, Goldman Sachs, Credit Suisse, Nomura, BBVA y el Deutsche Bank.

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No fue revelado cuales de esas firmas son las que reclamaron la cancelación. Tras esta operación, quedan por cancelar unos 1.250 millones de dólares con vencimiento hasta febrero de 2019.

Este «repo» había sido negociado en épocas de Luis «Toto» Caputo al frente de la cartera de fianzas, antes del estallido de la crisis cambiaria en abril de 2018, primara posta de las brutales devaluaciones del peso en los últimos 15 meses y piedra basal de la recesión económica que aún perdura.