Por Guido Brunet

El avance de la segunda ola del coronavirus golpea intensamente a los comercios rosarinos. Si bien las últimas restricciones no modifican en gran medida la situación de los locales del centro de la ciudad, los comerciantes esperaban un repunte en este 2021, que no, a pesar de los esfuerzos de los comerciantes, no llega a concretarse.

En este contexto, hay comerciantes que, incluso a pocos meses de inaugurar debieron rescindir sus contratos de alquiler debido a la escasa venta, según indicaron desde la Asociación Casco Histórico de Rosario.

El Gobernador Omar Perotti dictaminó el cierre de los comercios no esenciales a las 19, mientras que el Municipio completó el horario de apertura, que será desde las 10, con el objetivo de que no se superponga la apertura de comercios con el ingreso a las escuelas y de esta forma descomprimir la cantidad de personas en el transporte público en el horario pico.

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El 2020 “fue un año para el olvido”, 2019 también fue malo. “De poca recaudación, cerraron locales dejando gente en la calle”, lamentó Fabio Acosta, titular de Caso Histórico, en diálogo con Conclusión. Y este 2021, a pesar de que comenzaron con “esperanzas renovadas” los comerciantes observan que continuarán las restricciones. La clave, para Acosta, está en la vacunación para que bajen los contagios y se vuelva a la circulación habitual que permita incrementar las ventas.

“De parte del gobernador vemos voluntad expresa de sostener la actividad productiva teniendo en claro que no la provincia no puede funcionar si no están las fábricas y los comercios abiertos”, remarcó el titular de entidad.

Si bien no avizoran un panorama de cierre total como en 2020, “si los casos no bajan no creo que le tiemble el pulso al gobernador para sostener la actividad sanitaria porque en Rosario casi ya no quedan camas de terapia intensiva. Los casos tienen que bajar sí o sí para que no se restrinja la movilidad de la gente”.

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En cuanto a la cantidad de locales vacíos en la ciudad, Acosta comentó que “el cierre más grueso se dio el año pasado. Este año se empezaron a completar los locales. Hay comerciantes que alquilaron en enero o febrero y ahora está rescindiendo el contrato. Hay gente con ganas de emprender, de tener un comercio pero las expectativas no son buenas para este año”.

Cierres emblemáticos

Una gran preocupación del sector del comercio en la ciudad son los cierres de grandes locales en el microcentro, como los paradigmáticos casos de Borsalino y Falabella, ubicados en esquinas de Sarmiento y Córdoba, la zona más transitada de Rosario.

No recuerdo que la esquina de Sarmiento y Córdoba, donde estaba Borsalino, haya estado vacía anteriormente. Y hay que ver cómo impacta el cierre de Falabella (que se efectivizará en junio). Estamos viviendo un momento muy difícil”, reconoció el dirigente.

A la dramática situación del comercio en la ciudad, se le suma la alta inflación, ya que “el grueso de los gastos de las familias primero va a la alimentación y gastos fijos y luego al resto. Por eso sufre mucho todo lo que es indumentaria y regalería”.

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Es que los últimos datos del Indec no son para nada alentadores. La entidad relevó que la actividad económica bajó en febrero 2,6%, en relación con igual mes del año pasado, y 1% en comparación a enero del 2021.

Mientras que la Canasta Básica Total (CBT) registró en marzo un aumento del 5%, por lo que un grupo familiar compuesto por dos adultos y dos menores necesitó contar con ingresos por $60.874 para no caer debajo de la línea de la pobreza.

Con todo esto, los comerciantes, que vienen de al menos dos años de una crisis profunda, no proyectan una salida a corto plazo de esta situación. Habrá que esperar a 2022…