La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) empeoró hoy sus pronósticos para la Argentina, al proyectar que la economía caerá 2,8% este año y 1,9% en 2019, con un consecuente aumento del desempleo y de la pobreza.

La previsión presentada en el reporte de noviembre significa un importante cambio en las proyecciones de la Ocde para la Argentina, dado que en el informe anterior había pronosticado que el país iba a experimentar una expansión del 0,1% en 2019.

El informe se conoció mientras el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, se presentaba ante el directorio de la Ocde y vaticinaba que cuando la Argentina supere la crisis actual, su economía será «más competitiva».

El organismo internacional explicó que sus previsiones para la Argentina empeoraron, porque el endurecimiento de las políticas fiscales y monetarias mantendrán a la economía en recesión lo que resta de este año y todo el que viene.

Ese será el impacto real, según la Ocde, que tendrá la aceleración del ajuste fiscal para llegar al equilibrio de las cuentas públicas en 2019 y el endurecimiento de la política monetaria con tasas de interés récord que el Banco Central puso en marcha el 1º de octubre.

El organismo pronosticó que recién en 2020 se podría llegar a ver un repunte del 2,3% para el Producto Bruto argentino, aunque esto puede verse afectado por una contracción de la demanda doméstica mayor de la prevista durante 2019.

Asimismo, la Ocde advirtió al Gobierno de Mauricio Macri que el creciente desempleo -por la propia política optada por la alianza gobernante Cambiemos- y un deterioro de los indicadores sociales podría reducir el apoyo a ese proceso.

«La consolidación y la política monetaria restrictiva serán un lastre para el crecimiento a corto plazo, pero son necesarios para reducir los persistentes desequilibrios fiscales y de la cuenta corriente», indicó.

El reporte sostuvo que esa consolidación y una «mayor independencia del Banco Central, si se implementa, ayudará a restaurar confianza».

Además, dijo que «una mejor cosecha y un tipo de cambio real más bajo apoyarán un crecimiento más fuerte las exportaciones».