La llamada fase 4 del aislamiento social obligatorio arrancó este lunes y uno de los rubros que se incorporaron a la actividad económica, y muy esperado por cierto, fue el de peluquería y salones de belleza. Pero, como ocurrió con cada sector específico, los titulares de los mismos debieron implementar un riguroso protocolo de higiene y seguridad para prevenir contagios de Covid-19 que pongan en peligro lo logrado y que obliguen a volver para atrás con estas experiencias de apertura económica.

El presidente de la Cámara de Titulares de Salones de Peluquería y Afines de Rosario (Catispar), Enzo Sagasti, detalló a Conclusión cuales son las medidas que se les exige, tanto a clientes como a titulares de los salones.

«Nos entregaron un protocolo bien detallado y extenso pero que no es de difícil aplicación. Creo que, para nosotros, los peluqueros, o al menos para mí, lo más engorroso es trabajar permanentemente con el barbijo, los guantes y la máscara de acrílico transparente. A eso cuesta acostumbrarse todavía», reveló Sagasti.

«El protocolo es bastante exigente y cada uno irá adaptando su salón de acuerdo a sus posibilidades. Por ejemplo, a cada cliente hay que medirle la temperatura, no se aclara con qué método tiene que hacerse. Si bien todo lo que hemos visto en videos e instructivos,  se hace con termómetros infrarrojos, no estamos obligados a usarlos. Son bastante caros y hay que tomarle también la temperatura a todo el personal, entonces en lugar de comprar infrarrojos, muchos optaron por adquirir varios termómetros comunes y les dieron uno a cada uno de sus empleados y así ahorraron un gasto muy importante». explicó el titular de Catispar.

En cuanto a los elementos a utilizar, Sagasti apuntó que no es obligatorio que el material sea descartable, siempre y cuando se use uno por cliente y se descarte. «Uno puede tener toallas de tela y capas de tela, pero si son de ese material sólo las podemos usar una vez con un cliente y luego hay que lavarlas y desinfectarlas. Si, en cambio, hay capas descartables, se usa una por cada cliente y se tira. Por supuesto que es más oneroso comprar todo descartable. Pero no es que te obligan a usarlos. Lo que no tiene que ocurrir es que se use la misma capa y la misma toalla con dos personas personas distintas».

Según las medidas exigidas, cada cliente debe tener un turno acordado previamente, que será de lunes a viernes entre las 13 y las 19 y los sábados y domingo entre las 13 y las 18.

Además, quienes concurran a las peluquerías deberán usar su barbijo o tapaboca todo el tiempo que permanezcan en el local. «Cuando el cliente entra, hay que colocarle alcohol en gel en las manos. Si tiene guantes mejor, pero no es obligatorio. Hay que proceder a desinfectarle el calzado, de la forma que sea más conveniente, o con un trapo y lavandina, o con desinfectante y pulverizador, eso también va a depender del bolsillo de cada peluquero también», señaló Sagasti. Y agregó:  «El local tiene que estar perfectamente desinfectado y entre cliente y cliente hay que desinfectarlo de punta a punta».

El protocolo también establece que puede haber un peluquero y un cliente cada 20 metros cuadrados. «En mi caso, tengo 40 metros, asi que puedo tener hasta dos clientes simultaneamente, acotó el presidente de Catispar. Y especificó que podría tener si quisiera un colaborador. «Pero, remarcó, lo que no puede ocurrir, aunque me dieran los metros cuadrados, es que yo tuviese más peluqueros que gente». «Es decir -explicó – si una peluquería tiene 100 metros cuadrados yo puedo tener hasta 5 estilistas con cinco clientes. Pero no está permitido que haya cinco peluqueros sin personas para atender. Esto es porque se está tratando que no haya tránsito de gente en la calle que no tenga nada que hacer. Entonces, como la peluquería trabaja únicamente con turnos, sino hay turnos para ocupar a un empleado, ese empleado no debe ir a trabajar».

Video demostrativo sobre como se debe trabajar aplicando los protocolos de higiene y seguridad

Además, el protocolo prohíbe expresamente la concurrencia de personas mayores de 60 años, mujeres embarazadas o público en general que pertenezca a los grupos de riesgo. «Hay gente que lo toma a mal, pero lo que se está buscando es proteger la salud de la población», señaló Sagasti. Y remarcó varias veces la exigencia de desifectar cada uno de los elementos utilizados una vez que el profesional termine con cada una de las personas que concurren a mejorar su apariencia.

En cuanto a como fueron los primeros dos días, Enzo Sagasti relató que trabajaron full time y que la mayoría tiene los turnos cubiertos durante los próximos días.

«La verdad es que la gente hace casi dos meses que está esperando que abramos. Se trabajó a full en el primer día. Yo agoté la capacidad de mi local y ya tengo la agenda completa para esta semana y la que viene inclusive. Todos los turnos dados. Calculo que al principio va a ser así, un aluvión que luego se irá calmando. Por otro lado, calculo que la gente también quiere aprovechar las primeras dos semanas por si después se vuelve para atrás, porque si las cosas se complican, ya nos advirtieron que se va a volver para atrás».

Aquí el protocolo dispuesto por la provincia para peluquerías de salón: