La Argentina es el segundo productor mundial de alimentos orgánicos -luego de Australia- y la mayor parte de la producción del país tiene destino de exportación, en especial por el precio que se abona en el mercado internacional.
Mientras que un kilo de tomates comunes cuesta 15 pesos, un kilo de tomates orgánicos se vende a 47,90 pesos.

«Como la producción carece de volumen, el precio se encarece por los fletes y los insumos», expresó Damián Di Pace, analista de la consultora de consumo masivo Focus Market.

El especialista sostuvo que el 99 por ciento de la producción de los alimentos orgánicos se orientan a la exportación, especialmente a Europa y a los EEUU.
«El consumo crece de a poco. Hay locales exclusivos y los alimentos orgánicos se difunden en las ferias municipales del productor al consumidor», explicó.

Los principales beneficios que entraña el consumo de orgánicos es que son productos naturales carentes de agroquímicos y pesticidas.
«Aunque el primer proveedor mundial de alimentos orgánicos es Australia, las posibilidades de la Argentina son muy importantes», dijo Di Pace y exhortó a que a través de una legislación acorde se fomente la producción con exenciones impositivas, que facilitarán el consumo saludable y precios accesibles.

Además de la producción australiana y la potencialidad argentina, el Reino de Bután, en Asia, estableció que por ley, para el año 2020 sólo producirá alimentación orgánica.
Sólo el uno por ciento de lo producido se consume localmente. La desventaja de la producción de alimentos orgánicos es que es costosa y con menor rendimiento. Para este último caso, la ciencia a través de la genética y la biotecnología aún tienen la oportunidad de resolver esa nueva encrucijada.

En materia de números, en el año 2014 se cultivaron 3,1 millones de hectáreas: un 28% menos en relación a las 4,3 millones de 2008.
De acuerdo con The World of Organic Agriculture, la Argentina es el segundo productor de alimentos orgánicos sólo superado por Australia con 17,1 millones de hectáreas.

Los diez países que más consumen alimentos orgánicos son Suiza, Dinamarca, Alemania, Estados Unidos, Canadá, Noruega, Luxemburgo, Liechtenstein, Austria, Suecia. Los 6 primeros están entre los 10 países con mayor Índice de Desarrollo Humano, mientras que los otros no bajan de la posición 21.