Un relevamiento del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso) y la diputada provincial del PJ, Lucila De Ponti, informó este miércoles que el costo de vida para una familia de los barrios populares de Rosario trepó a 153.335 pesos en junio, lo que significa un salto del 71% interanual. El dato más alarmante está ligado a la alimentación, ya que un hogar requirió 62.177 pesos para cubrir esta necesidad en el sexto mes del año.

El Ceso y la legisladora santafesina realizaron el informe a partir del registro y la comparación del consumo en barrios representativos como Casiano Casas, La Sexta, La Lagunita y el Mangrullo.

El estudio indicó que los hogares de estos barrios debieron destinar como mínimo 62.177 pesos solamente para cubrir las necesidades indispensables de alimento, a la vez que un adulto rosarino necesitó 20.122 pesos para no caer debajo de la línea de indigencia. De esta manera, el ítem ligado a la alimentación sigue liderando los aumentos de precios, incluso por encima de la inflación general.

“Una vez más vemos la aceleración de los precios de los alimentos básicos, aún muy por encima de la inflación promedio, lo que genera un gran perjuicio para los sectores de menores ingresos”, explicó la diputada Lucila De Ponti. Para la legisladora del Movimiento Evita, “las cuestiones macroeconómicas no llegan a explicar el nivel de los aumentos, relacionados en muchos casos con la especulación y concentración de la cadena productiva”.

En este sentido, el estudio muestra que en el último año las principales subas se registraron en productos esenciales como azúcar 109%, huevos 106% y harina 93%, mientras que las carnes aumentaron en promedio un 62%.

De esta manera continúa creciendo la distancia entre los precios de los productos básicos y el poder adquisitivo de los principales salarios de referencia. “La brecha entre ingresos y el costo de vida se amplía y esto repercute fuerte en los sectores populares, lo que se traduce en una mayor desigualdad”, aseguró De Ponti.

Según el estudio, el salario mínimo, vital y móvil (SMVyM) de 45.540 pesos apenas cubre el 30% del Costo de Vida. Tampoco lo cubre en totalidad el salario promedio de un obrero de la construcción (96.750 pesos), de un empleado de comercio (86.756 pesos), y de trabajadores de casas particulares (38.711 pesos), que llegan a cubrir respectivamente el 63%, 57% y 28%.

“Sin dudas la inflación es hoy el principal problema y tomar medidas que contribuyan a evitar la distorsión de los precios debe ser una prioridad. Por eso, mientras se estabilizan las variables macroeconómicas, es fundamental acompañar a los sectores de menores ingresos para afrontar esta situación”, explicó la diputada.

“Existen experiencias de los mercados de la economía popular que demuestran que el camino de acercar a productores y consumidores, eliminando a los eslabones especulativos en la formación de precios, permite cuidar el poder adquisitivo de los sectores más perjudicados”, aseguró.

Y finalizó: “Garantizar el acceso de los alimentos básicos a la mesa de todos los argentinos y defender el bolsillo de los santafesinos tiene que ser el objetivo primordial y todos los esfuerzos deben concentrarse en recuperar la capacidad de compra de un salario que cada vez alcanza para menos”.