El jefe del Banco Central de la República Argentina, Alejandro Vanoli, podría dejar mañana su cargo y, de ese modo, permitirle a Mauricio Macri impulsar el nombramiento de Federico Sturzenegger.

Sabidas son las presiones que desde el macrismo ejercieron contra su persona en las últimas semanas para que renuncie, a lo cual él comentó que está “madurando” su “decisión personal”, en el marco de un acto en el Salón Bosch del BCRA que convocó en la semana con motivo de realizar un balance de su gestión al frente de la entidad, en la que se encuentra desde el primero de octubre del año pasado.

Vanoli sostuvo que comunicará la resolución durante los últimos días de esta semana, siento interpretado en los mercados como su renuncia. Además, dijo que su destino personal, como el de todo el directorio, «es secundario» y consideró que «lo importante es defender los intereses del país y de los ciudadanos».

La embestida del presidente electro contra Vanoli  data desde mediados de agosto, cuando Macri reveló ante empresarios que si llegaba a la Casa Rosada promovería la remoción del jefe del Central, quien tiene mandato hasta el 2019. Incluso, llegó a evaluar la posibilidad de hacer uso de dos artículos de la Carta Orgánica para impulsar la dimisión.

Semanas atrás, legisladores de la oposición presentaron una denuncia penal contra Vanoli por operaciones en el mercado de futuros.  La misma fue formulada por los diputados nacionales Federico Pinedo y Mario Negri, jefes de los bloques del PRO y UCR, respectivamente, recayó en el juzgado federal número 11, cuyo titular es Claudio Bonadio.

La mayoría del directorio del Banco Central, que el 9 de septiembre quedó en manos del ministro Axel Kicillof, con las designaciones de Juan Cuattromo y Flavia Marrodán, estaría dispuesto a renunciar si Vanoli se va.

En la semana, el actual jefe denunció además haber recibido amenazas telefónicas, tanto él personalmente como su propia familia.