Diego Lagomarsino, el único imputado en la investigación por la muerte de Alberto Nisman, intentó asistir al velatorio del fiscal, pero su abogado, Maximiliano Rusconi, le recomendó no hacerlo. El letrado consideró que su presencia en el velatorio «podía haber sido una nota discordante».

Entre otras consideraciones, Rusconi aseguró que Lagomarsino, «se siente muy mal por haber accedido a darle el arma». Pero no obstante ello, aseveró que su cliente es una «persona normal que quería ir al velatorio de Nisman y le expliqué que más allá de la relación con la jueza (Sandra) Arroyo Salgado y que conocía a las hijas del fiscal, ese era un momento familiar», señaló Rusconi.

En tanto, el patrocinante legal de Lagomarsino rechazó las críticas del Gobierno a su cliente, luego de que el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, afirmó que sus dichos eran «un gran invento».

También en ese marco, el funcionario del gobierno nacional había advertido que los dichos del técnico informático que trabajaba junto a Nisman en la Ufi-Amia «no tienen consistencias».

«Cada funcionario que aparezca con una hipótesis debería presentarse en el expediente y no es una chicana, es un acto de responsabilidad«, enfatizó el letrado en abierta alusión a los dichos del secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández.

Rusconi consideró que con mensajes en las redes sociales y por cadena nacional, «la presidenta Cristina Kirchner se ha inmiscuido en la causa de un modo inigualable». Y a renglón seguido deslizó otra opinión referida a la primer mandataria: «En mi vida vi un comportamiento de esta naturaleza, dando hipótesis, hipótesis que cambian», subrayó.

En el mismo sentido, agregó: «La Presidenta no es cualquier ciudadano, en boca de ella esto genera cierto deber de alineamiento de funcionarios con esa hipótesis y de alguna manera ejercen presiones sobre organismos judiciales; la verdad no ayuda a la labor de la fiscal y de la jueza y eso hace mucho daño».».