El embajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez García, aseguró que «no hay ningún golpe de Estado» en Bolivia. Advirtió que se trató de»una interrupción del orden constitucional»  y que hay un «vacío de poder» tras la renuncia del presidente Evo Morales.

“Se escucharon bombas, disparos, hubo saqueos a supermercados. Todavía hay un poco de anarquía, formalmente no hay gobierno”, describió esta mañana Normando Álvarez García, en diálogo con radio La Red.

El funcionario diplomático se mantuvo en línea con el comunicado de la Cancillería y afirmó: «No hay golpe de Estado para nuestro Gobierno. Yo personalmente pienso algo, pero está la decisión de nuestro Gobierno”, señaló  sobre cómo definía lo que ocurrió en Bolivia.

Álvarez García afirmó que en realidad «no hubo un golpe como estamos acostumbrados, que se levanta un regimiento o un ejército».  «Cuando ya estaban las cartas echadas salió una conferencia de las FFAA pidiendo la renuncia”, explicó.

El diplomático afirmó: “Seguramente hay una interrupción del orden constitucional, pero en base a la gran conmoción social. Aunque no es lo mismo, hay cosas similares a cuando fue la renuncia de (Fernando) De la Rúa. Cuando hay presiones para que renuncie, hay montones de juegos políticos para que renuncie”, comparó.

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En cuanto al futuro político inmediato del país, Álvarez García manifestó una profunda preocupación, ya que renunciaron todos los representantes de la línea sucesoria. “Desde hace varios días yo me pregunto cuál va a ser el post-Evismo porque la oposición son dos, tres o cuatro figuras. Carlos Mesa, que sacó dos millones de votos y salió segundo, es parte de una alianza. Pero él no tiene un partido», explicó. El otro es un líder político de Santa Cruz, que tampoco tiene un partido. Están reuniéndose para encontrar una salida provisoria».

Además, el funcionario aseguró que no le gusta «ningún tipo de interrupción». «Esto siempre produce una conmoción interna. Ojalá el pos-Evismo sea rápido y no muy complicado».

También remarcó que ningún funcionario perteneciente o cercano al Gobierno de Evo Morales se contactó con la Embajada argentina para conseguir asilo político y aseguró que no habría mayores problemas en concederlo si así ocurriese.

“En su momento hemos recibido llamados de la oposición boliviana preguntándome si podían venir aquí y les dije que sí. Lo mismo sería el caso para alguien cercano al Gobierno”, afirmó.