El gobernador de la provincia de Santa Fe, Miguel Lifschitz aseguró que cuando asuma su sucesor, Omar Perotti el próximo 10 de diciembre encontrará una provincia “ordenada y prolija”. Además, interpretó como “lógica y razonable” la solicitud del futuro mandatario a la Auditoría General de la Nación (AGN) para que se realice una “auditoría de corte”, con el objetivo de revisar las finanzas de Santa Fe.

En relación al exhaustivo cuestionario de 56 puntos que dejaron los integrantes de la comisión de transición designada por Perotti, el gobernador adelantó que sus funcionarios comenzarán a responder la requisitoria en los próximos días.

“Los ministros de Gobierno (Farías) y de Economía (Gonzalo Saglione) en los próximos días responderán las informaciones solicitadas. Algunas ya están publicadas en la página web de la provincia. Otras se van a brindar de acuerdo a lo que hemos pactado”, detalló el gobernador.

Por otra parte, Lifschitz le quitó dramatismo a la transición y al pedido de auditoría. “Es habitual que cuando hay un cambio de gobierno se recurra a la Auditoría General de la Nación para que todo sea confiable y claro, tanto para el gobierno saliente como para el entrante. Vamos a dejar una provincia ordenada y prolija, con muchos proyectos en marcha”, comentó. En el mismo sentido recordó que la misma actitud había adoptado el socialismo cuando ocurrió la transición entre el gobierno saliente de Jorge Obeid y el entrante, Hermes Binner.

En otro orden de cosas, el gobernador destacó que su sucesor tendrá una acreencia derivada de la sentencia favorable de la Corte por la deuda de coparticipación federal. Durante su mandato, Lifschitz intentó negociar el cobro de ese dinero con el gobierno de Mauricio Macri pero fracasó. Por eso, consultado por la prensa este jueves, puso énfasis en ese “activo” que le dejará también a su sucesor. “Dejamos una deuda a cobrar; seguramente el gobierno nacional que viene lo va a pagar, porque hay un fallo de la Corte que se va a dar casi a fin de año, intimando al gobierno nacional al pago de la deuda (a Santa Fe). Es una acreencia que el próximo gobierno (Perotti) va a poder aprovechar”.

Respecto de la situación de las arcas de la provincia, Lifschitz admitió una situación deficitaria durante los primeros cinco meses del año, del orden de los siete mil millones de pesos, pero aclaró que es circunstancial. “Hay un déficit coyuntural, pero no operativo; tuvo que ver con la caída de la recaudación de estos primeros meses y con el volumen de la obra pública, pero se va a corregir en este próximo semestre”, concluyó el actual gobernador.