Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires

El Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (Ifibyne), inaugurado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, hizo «importantes contribuciones en la ciencia básica con repercusión internacional», afirmó el presidente del Conicet, Roberto Salvarezza en noviembre de 2015. Tras el triunfo de Mauricio Macri renunció a su cargo el 9 de diciembre porque «no están garantizadas las políticas públicas» que sostuvieron la soberanía tecnológica del país.

En esa oportunidad el director del Conicet y actual diputado nacional dijo: «Cuando valoramos todos los espacios de soberanía, no son las becas o los cargos del Conicet: es mucho más que eso y es ahí donde yo, y es una percepción personal, encuentro que las políticas públicas que han sostenido la soberanía tecnológica del país y que han resultado en estos desarrollos, no están garantizadas».

Salvarezza es bioquímico, creador del Laboratorio de Nanoscopía de la Universidad Nacional de La Plata e investigador del Instituto de Investigaciones Físico Químicas Teóricas y Aplicadas en el que trabajan 200 personas, con énfasis en nanotecnología, energías y físico química aplicada a sistemas biológicos como biosensores y productos para diagnóstico y tratamiento.

A solo dos años de sus manifestaciones, se puede decir que todo cambió y la preocupación que lo asiste respecto del destino de distintas áreas del Estado vinculadas a la Ciencia y la Tecnología, la compartió con Conclusión.