El equipo económico -encabezado por el titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán- recibió durante el mediodía de este martes a un grupo de empresarios de la alimentación, con el objetivo de avanzar en un acuerdo de precios, luego de obtener el visto bueno del Fondo Monetario Internacional (FMI) para incluir esta herramienta como complemento para contener la inflación.

En un cambio de paradigma, en su último documento el organismo internacional consideró que la suba de precios en la Argentina es “multicausal” y abrió la puerta para que un pacto entre Gobierno, empresarios y sindicatos forme parte del programa de Facilidades Extendidas que se está negociando.

El Gobierno dispuso durante octubre, cuando la inflación alcanzó el 3,5% mensual, el congelamiento de precios de más 1.300 productos hasta el 8 de enero, y la idea oficial es ir hacia una “administración” de estos valores, en acuerdo con los empresarios.

Con esa premisa, el ministro de Economía almorzó este martes con Laura Barnator (Gerente General de Unilever para Argentina y Uruguay), Gabriela Bardin (Gerente General Argentina de P&G), Gonzalo Fagioli (Vicepresidente de Asuntos Corporativos, Legales y Compliance de Quilmes), Abelardo Gudiño (Gerente General para Argentina y Uruguay de Coca Cola), Adrián Kaufman Brea (Gerente General de Comunicación Institucional y Asuntos Públicos de Grupo Arcor), Maximiliano Lapidus (Gerente de Área Interior de La Serenísima) y Agustín Llanos (CEO de Molinos Río de la Plata).

Acompañaron a Guzmán el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; el Secretario de Comercio de Comercio Interior, Roberto Feletti, y el presidente del Banco Central (BCRA), Miguel Pesce.

La conformación de la comitiva oficial muestra la intención del Gobierno nacional de dar una señal de que la política macroeconómica estará alineada en todas sus variables para, desde ese compromiso, lograr la confianza del empresariado.

En el Palacio de Hacienda apuestan a cohesionar el frente interno para contrarrestar el escepticismo que existe sobre la Argentina en el plano internacional.

Cerca de Guzmán insisten que mostrar una posición sólida como sociedad es fundamental para poder cerrar el programa con el organismo multilateral.

La estrategia oficial apunta a mantener en los próximos días reuniones con el sindicalismo para lograr su apoyo y luego unir a todas las partes para sellar un pacto que permita darle a precios y salarios un sendero de previsibilidad.

En este sentido, contener la inflación es uno de los pilares del plan que se discute con el staff del FMI, mientras que el propio Guzmán destacó la necesidad de llegar a un nuevo acuerdo “que baje las expectativas” sobre el aumento de precios.

Lejos del 29% que inicialmente figuraba en el Presupuesto 2021, la inflación del año pasado -que se conocerá oficialmente la semana próxima- se ubicará en torno del 50% interanual.

El Gobierno pretende que en ese camino las remuneraciones se ubiquen por encima de la inflación y de este modo recomponer el poder adquisitivo de los trabajadores para estimular la demanda.

En este esquema resulta esencial la política de emisión monetaria que implementará el Banco Central, de allí la presencia de Pesce.

Por su parte, Kulfas -bajo cuya órbita se encuentra el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti- dijo que se trabaja con el Ministerio de Economía y el de Agricultura “para en 2022 ir reduciendo esos niveles (inflacionarios) con un plan macroeconómico monetario y fiscal que dé previsibilidad y colaborando con acuerdo de precios”.

Junto con el Ministerio de Agricultura se buscará “que la provisión de las materias primas alimenticias permitan asegurar un precio en góndola razonable y más estable”.

“En este marco se buscan generar canastas protegidas, con Precios Cuidados que queremos esté mucho más presente en todo el país, para cuidar los ingresos de los hogares”, agregó el ministro.

Sobre el análisis de las cadenas de valor, Kulfas dijo que se trabaja en el marco de la Secretaria de Comercio Interior para “analizar todas las cadenas productivas, analizar los escenarios de rentabilidad que es muy heterogéneo y sin patrones comunes a toda la industria alimenticia”.