La empresa Sbase, dependiente de gobierno porteño y a cargo de los subtes, reconoció finalmente la presencia de material cancerígeno en los vagones que adquirió Mauricio Macri en España en los años 2011 y 2012 por una suma de 20 millones de dólares sin licitación previa, cuando era Jefe de Gobierno de la Ciudad.

La empresa Dicon fue la encargada de realizar los análisis de laboratorio por la las denuncias que se originaron en España, y que consignaban la existencia de asbesto en los vagones de los subtes porteños.

Con los resultado en la mano y con la verificación de que la demandante realizó una presentación en la que advirtió del peligro de esa sustancia en unidades que trasladan pasajeros y que cotidianamente están en contacto con los trabajadores, la firma Sbase tuvo que admitir que el material cuestionado estaba presente en la estructura del material rodante.

Por su lado las autoridades porteñas explicaron que los pasajeros no estaban en contacto con ningún material contaminante, y que la empresa que realizó la investigación sera la responsable de iniciar la descontaminación de los vagones. Y la Ciudad se encargará de realizar los trabajos de disposición final de los elementos descarados.

Los trabajadores recordaron que estas unidades habían sido adquiridas sin licitación y que ya se encontraban fuera de servicio en la península Ibérica. También en Madrid, en su momento, los medios locales habían destacado el hecho de que Macri había comprado material «chatarra».