El ministro de Justicia, Martín Soria, llevó este martes a la Corte Suprema, en su primera visita institucional, una catarata de reclamos y reproches, desde la tolerancia a la existencia de la «mesa judicial» durante el gobierno de Mauricio Macri hasta la demora en resolver causas trascendentes, entre ellas las relacionadas con delitos de lesa humanidad.

En su primera visita protocolar a la Corte desde que asumió como titular de la cartera judicial, Soria visitó a los cuatro jueces, a quienes trasladó los reclamos que formula públicamente sobre el funcionamiento del Poder Judicial.

«La Corte retrasa durante años fallos de enorme trascendencia social, como el caso Blaquier o como hace ahora con el caso Maldonado. Mientras tanto, resuelve en tiempo récord fallos que sólo son urgentes para la corporación judicial, como el caso de los jueces (Leopoldo) Bruglia y (Pablo) Bertuzzi», se quejó el ministro.

En ese mismo contexto, Soria criticó la «llamativa anticipación mediática de futuros fallos judiciales, tanto de la Corte como de los tribunales inferiores» y volvió sobre los cuestionamientos por la forma en que fue elegido Horacio Rosatti como presidente del máximo tribunal.

«El pueblo argentino es profundamente democrático: si la máxima autoridad del Poder Judicial se elige con dos auto-votos, difícilmente la sociedad recupere la confianza en la Justicia», disparó.

Soria planteó la necesidad de reformas estructurales en el funcionamiento de la máxima instancia judicial, sobre todo en la administración de los tiempos de tramitación de los expedientes.

«La Corte tiene la posibilidad y la responsabilidad institucional de establecer plazos máximos para sus expedientes, más aún cuando resuelve más del 70 por ciento de los casos sin dar fundamentos», opinó.

«Necesitamos una justicia ágil, que trabaje de cara a la gente, con perspectiva de género y que se ocupe de los problemas que le preocupan al pueblo, que lamentablemente dejó de confiar en la Justicia como una institución capaz de responderle a sus demandas», proclamó.

Además, expresó la «preocupación» del gobierno «por la gravedad institucional a la que llegó la Justicia argentina en los últimos cinco años».

Soria apuntó especialmente a la conformación de la «mesa judicial» durante el gobierno de Mauricio Macri, a la que acusó de «influir ilegalmente en la administración de justicia».

«Se llevaban a cabo visitas obscenas entre funcionarios judiciales y las máximas autoridades del ejecutivo en la Casa Rosada y en la Quinta de Olivos, y se desplegó un sistema de espionaje ilegal con participación de jueces y fiscales inédito en nuestra historia», insistió.

Además, el ministro entregó a los jueces de la Corte Suprema un pedido de informes presentado por organismos de la ONU manifestando la «profunda preocupación por la ostensible demora en que viene incurriendo el máximo tribunal en resolver las causas de lesa humanidad».