Una situación bastante particular había tenido lugar en la política rosarina una semana atrás, ya que a pocos días de las elecciones PASO un precandidato a concejal rogó públicamente que no voten por él.

Claudio Gershanik, uno de los cuatro cabezas de lista que disputaban la interna del flamante Partido Moderado, publicó el pasado 7 de septiembre en su cuenta de Twitter: “Les ruego NO VOTARME pues será desperdiciar el voto”.

Sin embargo, el escrutinio del 97,19% de las mesas en Rosario lo dejó con más de 300 votos, pese a igualmente quedar último en su interna.

La polémica surgió a raíz de que el primer precandidato de la lista 22 «Con Vos(z) de Barrio» denunció que el apoderado de su partido, Walter Eiguren, repartía volantes de otro frente contrario, Juntos por el Cambio.

Esta actitud lo obligó a renunciar a su precandidatura, pero como las boletas únicas ya estaban impresas no era posible removerlo de las mismas, con lo que su única alternativa fue pedir públicamente que no voten por él y en cambio lo hagan por Celeste Lepratti, de otro frente (Igualdad y Participación, que obtuvo 1.978 votos).

Si bien ya es insólito que una persona que pide que no la voten termine obteniendo más de 300 votos, Gershanik ni siquiera fue el candidato menos votado de esta elección en la ciudad.

Los precandidatos Nicolás Scavuzzo y Héctor Chiappini, contendientes del frente Unite Por La Libertad y la Dignidad, obtuvieron 295 y 260 votos cada uno, respectivamente. De igual manera, también quedaron cerca Pablo Galiano Svaiger (335 votos, Partido Autonomista) y Marcelo Montero (327 votos, Unite).

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La ganadora de la interna del Partido Moderado finalmente fue Mónica Risso, obteniendo el 47,41% de los votos (1.527). Sin embargo, el total de los votos del frente no fueron suficientes para que alcancen el 1,5% requerido para avanzar a las elecciones generales.