El presidente Alberto Fernández recibió en la Quinta de Olivos a todos los gobernadores del país para coordinar los pasos a seguir en materia de prevención del coronavirus, en medio de la posibilidad de que se defina extremar el aislamiento de la población.

La reunión, que fue pautada para las 17 y donde el jefe de Estado estuvo acompañado por gran parte de su Gabinete de ministros, tiene como objetivo resolver acciones para evitar que se disparen los casos de coronavirus en el país. Se espera que Fernández traslade a los mandatarios provinciales la información que maneja el Gobierno sobre el desarrollo del coronavirus y analice con ellos de las posibles próximas medidas.

También el mandatario buscó llevar tranquilidad a los gobernadores frente a la preocupación por la caída de la actividad económica en sus distritos, que en muchos casos los obligará a solicitar ayuda financiera extraordinaria de Nación.

Los gobernadores de Mendoza, Rodolfo Suarez, y Raúl Jalil de Catamarca, participarán a través de una teleconferencia, ya que el primero cumple una cuarentena decretada por él mismo para todo aquel que ingresa a la provincia (haya o no salido del país) y el segundo por encontrarse en aislamiento obligado tras el regreso de un viaje a Canadá.

En la previa al encuentro circularon rumores acerca de que se podría decretar una cuarentena más estricta, similar a la implementada por los países europeos más castigados, o a la recientemente instaurada por el gobernador Jorge Capitanich en Chaco.

En todos esos casos sólo funcionan guardias mínimas del Estado (salvo en el servicio sanitario), comercios abiertos sólo para el expendio de alimentos y medicamentos, y patrullajes en las calles para instar a los vecinos que permanezcan en sus hogares.