Carlos Rovitti, titular del Observatorio Inmobiliario de Rosario (OIR), manifestó su preocupación ante el proyecto de Ley de Alquileres presentado en la Cámara de Senadores de la Nación por la senadora de Río Negro Silvina García Larraburu (FPV).

El texto, que pasó la Comisión de Legislación General del Senado y está listo para ser debatido en el recinto, está lejos de beneficiar a los inquilinos, según Rovitti. “Los perjudicará, no solamente a ellos sino a miles de trabajadores vinculados tanto a la construcción y venta de materiales, como a arquitectos, ingenieros, agrimensores, escribanos y corredores inmobiliarios”, aseguró el director del OIR.

El proyecto establece un régimen de actualización del alquiler que se obtiene de promediar el índice de precios y los salarios, es decir, el valor locativo queda abierto y el inquilino no sabrá cuánto termina pagando por todo el tiempo de vigencia de su contrato. Actualmente, al firmar un contrato de alquiler, el inquilino sabe cuánto comienza y termina pagando, y durante el transcurso, el contrato tiene un escalonamiento del valor acordado previamente, y no una indexación.

Para Rovitti, este tipo de medidas de regulación de mercado desalienta la inversión, debido a que el que tiene ahorros para invertir en un inmueble y luego dejarlo en alquiler, probablemente invierta en otra cosa o no lo haga. “Las consecuencias de estas medidas ya las conocemos y sufrimos todos: mercado negro, menos construcción, menos trabajo y crecimiento, además de limitar la cantidad de inmuebles disponibles para el alquiler”, agregó.

A su vez, desde el Observatorio Inmobiliario Nacional aseguran que la situación cambia mucho de provincia a provincia y no se debe legislar a nivel nacional por situaciones que ocurren en Buenos Aires. “En Rosario y me atrevo a decir en la provincia de Santa Fe, el tema de alquileres, a pesar de las quejas que algunos actores políticos demagógicamente expresan en los medios, está ordenado. Los Corredores Inmobiliarios debidamente habilitados nos hemos encargado de ser el punto de equilibrio entre el propietario y el inquilino”, concluyó Rovitti.