El presidente Alberto Fernández dio la bienvenida, este martes por la mañana, a los mandatarios del Mercosur que participan de la cumbre reunida en Puerto Iguazú y auguró un «fecundo trabajo» tras cuatro años sin encuentros presenciales. Además, ponderó al organismo como «el proceso más sólido de integración» que ha habido en América del Sur y también se refirió a la compleja actualidad económica argentina, afectada por la sequía y la «calamidad de una deuda» irresponsablemente pedida y otorgada.

«Es una enorme alegría encontrarnos forma presencial, algo que no habíamos logrado en los últimos cuatro años», dijo el Fernández al abrir la 62° sesión plenaria de la cumbre de Jefas y Jefes de Estado del Mercosur y Estados Asociados, a la que asisten los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Uruguay, Luis Lacalle Pou; de Paraguay, Mario Abdo Benítez; y de Bolivia, Luis Arce; a quienes se sumó el electo jefe de Estado paraguayo, Santiago Peña.

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En su discurso  inaugural, el Presidente aseguró que el Mercosur «es sin duda alguna, el proceso de integración más sólido que la América del Sur ha desplegado», Y lo describió como «una unión que ha evitado que se consoliden corrientes antagónicas entre nuestros intereses». «Hemos logrado tener intereses permanentes y son esos intereses los que debemos preservar en favor de nuestros pueblos», remarcó el mandatario.

En su alocución, Fernández agradeció a sus pares «el acompañamiento que nos han brindado en el marco de una arquitectura financiera internacional muy injusta que preserva las desigualdades en lugar de socorrer a los pueblos en momentos de estrés como el que atravesamos».

En ese sentido, remarcó que Argentina sobrelleva «los efectos de la sequía más grave de los últimos 100 años», en el marco de un «shock climático que acentuó las fragilidades de nuestra economía, ya afectada por la calamidad de una deuda irresponsablemente pedida por un gobierno argentino e irresponsablemente otorgada por el FMI».