El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó esta mañana que «es posible llegar a un acuerdo» con los gremios del transporte para que levanten el paro anunciado para el 31 de este mes, mientras que además dejó latente la posibilidad de que se anuncie un cambio en el impuesto a las Ganancias en el corto plazo.

Dijo que en caso de alcanzar un entendimiento será «no prometiendo lo que no se puede resolver» y apuntó que cuando se reunió ayer con los sindicalistas del sector, han «hablado claro».

Así se expresó el funcionario al llegar a la Casa Rosada en referencia a las posibilidades para evitar la medida de fuerza anunciada por el sector laboral para el próximo 31, que apunta a que se suba el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias.

Sobre un eventual cambio en Ganancias, el jefe de Gabinete explicó que la presidenta Cristina Kirchner «monitorea día a día la posibilidad de ver cuál es el momento que menos daño provoca una decisión de esas características».

Indicó que se busca evitar un daño «respecto de aquellos que están trabajando en forma no registrada –y aportan de la misma manera que el que tiene trabajo registrado– al fortalecimiento del mercado doméstico, y tiene tanto derecho unos como los otros».

«En algún momento la presidenta verá que el hilo se hace más corto, más angosto y toma la decisión, para hacer ese equilibrio, para perjudicar a la menor cantidad de gente posible, que está en la puerta para ingresar a un trabajo registrado y por esto se retrasa la posibilidad concreta», dijo.

«A mí me da la sensación de que podemos llegar a un acuerdo de la mejor manera», aseguró Fernández en lo que se pudo entender como un guiño para los transportistas, pero insistió : «No prometiendo lo que no se puede resolver; no voy a hacer eso nunca, por eso hemos hablado claro y por eso les advertí desde la mañana que no aceptaba ningún condicionamiento, porque no estaban dadas las condiciones ni van a estar dadas las condiciones para cumplir de esa manera».

El jefe de Gabinete comentó que conoce hace muchos años a los dirigentes del sector, que ellos se deben a sus gremios y el gobierno, en tanto, debe hablar «con claridad, para que no se confundan las cosas».