El chofer Oscar Centeno podría convertirse en testigo clave del primer juicio contra la ex presidenta Cristina Kirchner que comienza el próximo 21 de mayo, ya que el fiscal Diego Luciani evalúa convocarlo por considerar que se trata de una pieza clave en el presunto entramado de sobornos alrededor del manejo de la obra pública durante el gobierno anterior.

Si bien su convocatoria no estaba prevista por las partes, el integrante del Ministerio Público evalúa esa posibilidad de cara al juicio que apunta al manejo de la obra pública y a la forma en que supuestamente fue favorecido el empresario Lázaro Báez, también en el banquillo de los acusados.

Centeno fue chofer del ex funcionario del Ministerio de Planificación Federal Roberto Baratta y con sus anotaciones del pago de sobornos por parte de empresarios favorecidos con obra pública dio el puntapié en la investigación de los cuadernos.

Las fuentes consultadas por NA explicaron que más allá de tratarse de una causa reciente, el impacto de la investigación de los cuadernos es innegable y allí se ventiló prueba que está estrechamente vinculada con este primer juicio contra Cristina Kirchner.

Por eso Centeno podría ser convocado a declarar o bien sus indagatorias volcadas en la causa de los cuadernos e incorporadas como prueba en este juicio, en el que también habrán otros testigos que son imputados en la causa que llevan adelante el juez federal Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli.

Incluso, muchos de esos imputados son arrepentidos en la causa de los cuadernos: entre ellos Ángelo Calcaterra, ex IECSA y primo del presidente Mauricio Macri; y Carlos Wagner, dueño de ESUCO y ex titular de la Cámara Argentina de la Construcción, que era una suerte de nexo con los Kirchner y los demás empresarios de la obra pública.

Ambos son parte de los ya convocados para este primer juicio, por lo que el impacto de la causa de los cuadernos en este primer juicio será evidente.