El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, asumió hoy su cargo y recibió los atributos de mando de su par saliente, Juan Manuel Urtubey, tras lo cual adelantó que trabajará por una provincia “justa y solidaria”, basado en “una visión humanista, con el hombre como centro de la comunidad”.

“Hoy iniciamos un nuevo camino para Salta, una nueva etapa en la cual trabajaré sin descanso para que logremos tener una provincia mejor, donde todos tengan las mismas oportunidades. Una Salta justa y solidaria”, expresó Sáenz.

El mandatario juró como gobernador de Salta ante la Asamblea Legislativa junto a su vicegobernador, Antonio Marocco, y recibió los atributos de mando de manos de Urtubey, quien concluyó así su tercera gestión.

Sáenz, que hasta ayer se desempeñaba como intendente de la ciudad de Salta, manifestó su orgullo por el apoyo de los salteños, tras lo cual afirmó: «Con humildad nos ganamos el respeto de la gente, trabajando, haciendo, gestionando, pero por sobre todas las cosas cumpliendo”.

“Eso me lleva a tener una responsabilidad aún mayor: responder a esa confianza, a esa esperanza, a esos sueños de quienes creyeron en mí y en mi capacidad para llevar adelante los destinos de la provincia”, afirmó.

Asimismo, indicó que “hay una profunda doctrina política y filosófica que respalda ese accionar: es la visión humanista, con el hombre como centro de la comunidad”.

Sobre esto, agregó que se trata de “una visión de defensa y promoción de la vida, de raigambre profundamente democrática, una visión abonada en la cultura del trabajo, del esfuerzo, de la educación, del respeto al orden, de la promoción de la libertad y la igualdad”.

“Elijo entender el juramento no como una promesa”, sino como “una declaración, poniendo como testigo a alguien, y quiero que sea el pueblo el testigo de mi juramento, que es seguir manteniendo contacto permanente con la gente, con los distintos sectores, con los deseos y anhelos de cada ciudadano de la provincia”, explicó.

Por otro lado, indicó que “el norte que nos debe guiar es el amor y el respeto por nuestra gente, porque ahí está la vara con que se va a medir si hubo o no una buena gestión”, y añadió que “ese amor no es sentimental, es comunión, identificación, confianza y entrega”.

“Eso se gana con dedicación y contracción al trabajo, con la claridad del programa económico y social, con el respeto a las instituciones”, dijo, y manifestó que su mayor esfuerzo será “la lucha contra la pobreza”, que debe ser “una prioridad de la sociedad toda, del estado, a través de las políticas sociales activas, pero también dando las condiciones para que se creen empleos desde el sector privado”.

En tanto, consideró que “existe una salteñidad, una forma de ver las cosas. Unimos tradición con futuro, orgullo con progreso. El futuro nos desafía”, puntualizó, a la vez que adelantó que “vamos a trabajar con humildad y grandeza”.

“Los invito a todos a trabajar juntos sin odios, sin resentimientos, sin rencores, sin mezquindades, a dejar de lado la lógica de amigo y enemigo, esa grieta que separa, que duele, que lastima, que tanto daño le hizo a nuestro querido pueblo», afirmó, tras lo que invitó a «construir con amor, humildad y grandeza la Salta que nos merecemos”.

Finalmente, apuntó que “desde Salta le vamos a mostrar al país que aquí no hay grietas, que no es uno contra otros sino todos juntos como se sale adelante” y señaló que se pone «a disposición del presidente de la Nación, Alberto Fernández, para trabajar juntos para salir adelante”.