El Primer Congreso Internacional del Maíz comenzará este miércoles en la ciudad de Córdoba, con la presencia de más de 75 referentes nacionales e internacionales del sector para abordar aspectos que tienen que ver con innovación, desarrollo, sustentabilidad, el futuro y las proyecciones del cultivo.

El foro se realizará este miércoles y jueves en el Centro de Convenciones Córdoba (CCC) y está organizado por las provincias que integran la Región Centro (Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe), la Bolsa de Cereales de Córdoba y la asociación Maizar.

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El ministro de Agricultura cordobés, Sergio Busso, destacó la importancia del evento al sostener que el maíz es uno de los principales cultivos de la Región Centro, con gran potencial productivo.

“La Región Centro produce el 60% del maíz a nivel nacional. Somos actores esenciales del crecimiento y la transformación y una de las principales regiones productivas del mundo”, afirmó Busso.

En ese sentido, el funcionario resaltó que Córdoba tiene una “una mirada integradora y complementaria del maíz, y este espacio es una oportunidad para aportar sustentabilidad al productor y a la cadena de valor”.

UN ESCENARIO COMPLEJO

Las jornadas servirán para analizar una compleja coyuntura que atraviesa el sector debido a las condiciones climáticas de los últimos tiempos.

La sequía, que ya lleva varios años sumando estragos, encontró un aliado al momento de acrecentar el deterioro: las heladas impactan con crudeza y pronostican consecuencias de variado tenor. No solo habrá menor superficie sembrada, sino que también se estima que bajará el rinde de la superficie sembrada.

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En el sector, según las fuentes que pudo consultar este medio, preocupa especialmente la cosecha del maíz para el 2023. Sobre todo al tenerlo en cuenta como insumo y alimento para la producción y la cría de animales. El maíz -cabe recordar- se utiliza para el engorde de cerdo, vaca y pollo.

En este escenario, no cuesta imaginar que estos factores generarán una menor oferta y -como consecuencia- una suba de precios que se podría sumar a la inercia inflacionaria con la que convive el país desde hace largo tiempo.