El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró hoy que para el Gobierno nacional «es un tema terminado» la cuestión de la organización de la ceremonia de traspaso del mando y ratificó que el acto se hará en el Congreso nacional.

«Es un tema ya terminado, no hablemos más. Se va a hacer en el Congreso. Tiene que hacerse lo que dice la Constitución», señaló Fernández.

El funcionario insistió en que «la Constitución dice muy claro que al tomar posesión de su cargo» el presidente electo «recibe de manos» del presidente saliente los atributos del mando «en la Asamblea» legislativa.

El jefe de ministros también se refirió a la polémica generada por declaraciones del orfebre Juan Carlos Pallarols, quien denunció que un empleado que se identificó como de Ceremonial y Protocolo de la Casa Rosada reclamó que el bastón llegue a manos del actual Gobierno en las próximas horas, «si no lo iba a buscar la Policía Federal».

Y señaló que le «satisfizo» que Pallarols, según dijo, haya aceptado explicaciones de la Dirección de Ceremonial de la Casa Rosada y cuestionó que «alguien por ser más papista que el Papa diga algo fuera de lugar».

En las últimas horas continuaron las idas y vueltas entre el Gobierno y el frente Cambiemos por la realización de la ceremonia de traspaso de mando y a una semana del evento todavía no se llegó a un acuerdo que conforme a las dos partes.

En el medio, el maestro orfebre Juan Carlos Pallarols, encargado de confeccionar el bastón presidencial, denunció que recibió un mensaje intimidatorio supuestamente de la Casa Rosada, en el que lo instaron a entregar la obra antes de la ceremonia.

Según indicaron a NA fuentes del Senado que participan de la organización de la ceremonia que tendrá lugar en el Congreso el 10 de diciembre, ya se repartieron invitaciones para los palcos de la Cámara de Diputados, pero la distribución fue «mitad y mitad» entre el Frente para la Victoria y Cambiemos.

Además, indicaron que hasta el momento no está previsto que se monte un escenario en el frente del Congreso, sobre la calle Entre Ríos, como se hizo durante cada asunción de la era kirchnerista y en cada visita de Cristina Kirchner al Parlamento.