El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, asumió hoy su tercer mandato tras jurar ante la Asamblea Legislativa provincial, y consideró que la convivencia es «una obligación», al tiempo que pidió que se respeten «los grandes logros» del gobierno nacional saliente y manifestó que «no hay enemigos en política».

«Hoy no es un día como cualquier otro. Hoy asume un nuevo presidente. Quiero hacer una reflexión en voz alta. Siempre he dicho que la historia no comienza cuando nosotros llegamos, siempre hay mucho atrás para construir hacia adelante y deseo que esto sea entendido por todos», expresó Urtubey.

Ante la Asamblea Legislativa, Urtubey expresó que «el gobierno (nacional) saliente ha tenido grandes logros en el campo social, medidas trascendentes que combinaron audacia y coraje para decidirlas e implementarlas, medidas verdaderamente transformadoras de la realidad de los que menos tienen».

Luego, señaló que «más allá de ideologías y posiciones políticas, sería bueno para todos los argentinos que esas medidas se respetaran y fueran la base para mejorar la situación de los que más sufren», y agregó: «Confío y espero humildemente que así sea».

«La convivencia no es una opción ni una virtud, es una obligación. Debemos entender, y me incluyo, que no hay enemigos en política, o no debería haberlos. El enemigo es el hambre, el atraso, la inequidad que aún persiste, la falta de oportunidades para muchos», señaló el mandatario salteño.

Tras prestar juramento, Urtubey recibió los atributos del mando de manos de sus hijos, apenas después del juramento del vicegobernador Miguel Isa, que hasta ayer fue el intendente de la ciudad de Salta.

La asamblea fue presidida hasta ese momento por el vicegobernador saliente, Andrés Zottos, quien se despidió tras dos períodos como compañero de fórmula de Urtubey, y asumirá ahora como senador provincial por el departamento San Martín.

«Una persona que tiene el honor y la responsabilidad de representar a su pueblo no debería perder el foco de lo importante. Debemos colaborar con el nuevo gobierno argentino. Lo haremos aun en el disenso y en las diferencias, porque estoy convencido que cuando la crítica es fundada y de buena fe no destruye sino construye», dijo.

Posteriormente, señaló que «quienes votaron al presidente (Mauricio) Macri merecen todo nuestro respeto, y quienes no lo votamos merecemos ser respetados».

«Dios me ha bendecido con la posibilidad de conocer nuestra provincia de punta a punta, acabadamente. He escuchado la voz de nuestros hermanos en ciudades, pueblos, parajes. He trabajado por y para ellos y los cambios están a la vista. Pero quien crea que estoy conforme no me conoce. Soy el mayor crítico de mi gestión y se perfectamente todo lo que no se ha hecho«, afirmó.

Asimismo, señaló que «en cada lugar de la provincia todavía hay personas que sufren, hay productores con problemas, hay gente sin trabajo, hay fábricas que nos necesitan, hay empresas que necesitamos».

«Para eso estoy aquí, para seguir con lo que hicimos bien más profunda y rápidamente, para corregir errores, para luchar por la felicidad y el bienestar de los salteños. Salta la linda no es todavía Salta la justa, pero estamos en camino», sostuvo.

Para Urtubey, queda «un camino largo que nos necesita a todos, que excede mi mandato, que nos obliga siempre y a cada momento» y agregó: «Todos necesitamos mirar al futuro trabajando por este presente, y es nuestra historia heroica, ese legado recibido como un don, la que nos marca la ruta».

De la asunción de Urtubey participaron el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello; los miembros de la Corte de Justicia provincial; legisladores nacionales; el intendente de la capital salteña, Gustavo Sáenz; y el presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Godoy; entre otras autoridades.

Tras el discurso de Urtubey, se leyó el acta de asunción y se arriaron las banderas de Salta y de Argentina, con lo que se cerró el acto.