DOMINGO, 13 DE OCT

La diputada Arrieta mostró los chats donde se organizó la visita a los genocidas e involucró a Bullrich

La legisladora expuso las conversaciones de los grupos de WhatsApp en los se gestionó la excursión al penal de Ezeiza, pero también demostró que hubo otras previas, con aval de diferentes funcionarios.

 

La diputada nacional de La Libertad Avanza, Lourdes Arrieta, expuso el pasado fin de semana una serie de chats donde se organizó la visita de los represores de la última dictadura cívico-militar detenidos en el penal de Ezeiza y complicó a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien habría estado al tanto de todo. Además, la legisladora reveló el borrador de un proyecto de ley que ese grupo tenía pensado impulsar para lograr la libertad de algunos genocidas.

Cabe recordar que Arrieta formó parte de la comitiva que visitó a los represores en el penal, pero luego salió a decir que la llevaron engañada y aseguró -en un diálogo privado del bloque oficialista, que se conoció a partir de la filtración de un audio de ese encuentro- que «le hicieron una cama». Dichas manifestaciones llevaron a que La Libertad Avanza piense seriamente en su expulsión, algo que podría producirse en los próximos días.

Ante estas amenazas, la legisladora decidió salir a mostrar los chats de un grupo de WhatsApp en el que figuran todos los nombres que participaron para coordinar la excursión a Ezeiza. Lo hizo a través de un hilo publicado durante la noche del sábado en la red social X y titulado «No más impunidad».

«Como dijo el presidente Javier Milei, es hora de que se sepa la verdad sobre quién autorizó y cuál era el verdadero motivo de la visita a los genocidas. Además de contarles el papel que jugó el padre Ravasi y sus links con diputados, abogados y jueces», escribió Arrieta.

Según mostró, todo inició con un grupo de WhatsApp que se creó en febrero pasado, llamado «Comida informal con el padre Javier» (en referencia a Ravasi, hoy expulsado de la diócesis de Zárate-Campana por su visita a los genocidas), que tenía una foto del libro «El Pacto».

El 23 de ese mes, el propio Ravasi agregó a Arrieta, quien dijo que entró al grupo porque ahí ya estaban muchos de sus colegas «que hoy fingen demencia: (Lilia) Lemoine); (María Celeste) Ponce, (Emilia) Orozco, (Nicolás) Mayoraz; (Santiago) Santurio, (Beltrán) Benedit; (Alida) Ferreyra y Araujo».

Posteriormente, en ese chat se convoca a una «reunión reservada por tema proyecto milit» (sic) y enumeran varios diputados confirmados, a los que se le suman los abogados Ricardo Saint Jean, Laura Olea, y -tal lo expone la legisladora en su posteo- «el ex juez de la Casación destituido por supuestos cobros de coimas y vinculado a agentes de la Side, Eduardo Riggi».

La mencionada Olea fue la encargada de enviar al grupo dos proyectos de ley que apuntaban a regular «el plazo razonable de los procesos, modificar el Código Penal» e incluir «en un decreto reglamentario las causas de lesa humanidad».

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A esas iniciativas se sumó posteriormente otra que tenía como finalidad «obligar a los jueces a conceder la prisión domiciliaria». Con ese paquete normativo, los abogados nombrados y los legisladores del oficialismo esperaban poder conseguir la libertad para varios genocidas.

¿El Ejecutivo sí sabía?

El presidente Javier Milei se refirió la semana pasada a la visita de un grupo de legisladores a los represores detenidos en el penal de Ezeiza y aseguró que esa no es su agenda, pero los chats que expuso Arrieta dejan asentado que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, tenía conocimiento de estas acciones.

«Cambio de tema, el diputado Beltrán Benedit habló con Patricia Bullrich para quienes deseen sumarse, al día siguiente de nuestra reunión, a visitar a los presos políticos que están detenidos en Campo de Mayo/Ezeiza/Marcos Paz. Se les facilitará el ingreso sin inconvenientes. Ya está hablado. Quienes quieran ir, por favor coordinar por privado con Beltrán», escribió el 11 de marzo cura Javier Ravasi.

Más adelante, Arrieta expuso que los movimientos de este grupo de legisladores ya habían comenzado a llegar a oídos de los detenidos que buscaban beneficiar. «El Dr. Jaime L. Smart, preso desde hace 15 años por supuestos delitos de lesa humanidad que carecen de toda prueba, enterado de la reunión de mañana, me pidió que les hiciera llegar el documento que adjunto en que nos cuenta varios casos de causas y sentencias que constituyen un escándalo. Tengan la certeza que es solo un puñado, pero que hay muchas más en todo el país», escribe uno de los participantes, y Lemoine reacciona con un emoji de un pulgar, demostrando estar al tanto.

El diputado Beltrán Benedit actuó desde diferentes frentes para gestionar una primera visita. En los chats, cuenta que también habló con el director del Servicio Penitenciario Federal, Fernando Martínez, quien le habría asegurado que les facilitaría el acceso a los penales.

Arrieta asegura que no asistió a esa primera reunión con Ravasi, previa a las primeras visitas a los penales, así que dice desconocer los detalles de aquel encuentro, pero sí marcó que en el grupo se comentó la manera de hacerle llegar estas iniciativas al presidente Javier Milei.

Nuevos grupos; nuevas visitas

Después de aquella comida entre legisladores, abogados y Ravasi, Laura Olea es la encargada de crear el 20 de marzo otro grupo de WhatsApp más explícito en su nombre: «Proyecto decreto».

Ahí es que el cura manda el 23 de abril un video y un proyecto de decreto reglamentario, a la vez que solicita no reenviarlo porque «el secreto del tema es el secreto». Además, Ravasi pide una última reunión de todos los actores para limar detalles del texto legislativo, la que se convoca vía Zoom.

El 11 de julio ocurre una nueva visita, la que salió a la luz y generó el escándalo. Esa excursión llevó a la creación de otro grupo más de WhatsApp, donde los participantes mostraron su descontento con el presidente Javier Milei por la falta de respaldo del Ejecutivo a la intención de publicitar la postura de este grupo de legisladores.

«Elaboramos un comunicado los que fuimos el jueves y desde el Ejecutivo no nos autorizan a publicar», escribió la diputada Alida Ferreyra, quien recibió la respuesta de Benedit, uno de los visiblemente más enojados con el mandatario: «Le tiembla el pulso para permitirnos sacar un escrito».

Benedit llegó a llamar «papanatas» a Milei, lo que llevó a Arrieta a preguntarse quién será la persona que este grupo de diputados identifica como líder político, ya que no tienen como referencia la agenda del conductor de La Libertad Avanza.

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