Represión, disturbios y varios heridos, fueron las consecuencias de una jornada de caos en calles aledañas al Congreso. Por lo menos, esas fueron las imágenes que mostraron los grandes medios de comunicación, que hicieron hincapié en el accionar de unos pocos, para deslegitimar la justa lucha de miles de manifestantes que rechazaron pacíficamente la reforma previsional.

En este contexto, y en medio del caos que se vivió en las afueras del Congreso, un civil intervino y le pidió a los gendarmes que muestren su rostro, sin que agredan a los demás.

Sorprendentemente, los gendarmes accedieron al pedido de la gente y se quitaron las máscaras. «¡Somos todos argentinos!», «¡Mirá, son personas!». Esos fueron algunos de los gritos que se escuchaban. Por último, se escuchó un fuerte aplauso y el canto: «El pueblo unido jamás será vencido».