Una interna en el PRO que se recrudece y que se cobró otro funcionario. En las últimas horas, Amílcar López, quien estaba a cargo de Acumar (Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo), dejó el cargo del ente encargado de la limpieza del Riachuelo. Según adelantó el diario Ámbito Financiero, López le comunicó la decisión al actual ministro de Ambiente de la Nación, Sergio Bergman.

Debido a esta decisión, el propio rabino Bergman afirmó que va tomar la conducción del Acumar y que el renunciante López estará a la cabeza del equipo técnico. Antes de ser elegido como titular de este ente, Amílcar López se encontraba en la dirección ejecutiva y ahora pasará a una función de director técnico, más acorde a su perfil.

Mientras tanto, en diálogo con el diario La Nación, el propio López dio su versión y emitió críticas. «Hoy estoy presentando la renuncia (a la presidencia de la Acumar). Se necesitan decisiones rápidas. Desde 2010 estoy en Acumar y conozco el trabajo (era uno de los representantes de la Ciudad de Buenos Aires). Sé lo que hay que hacer, pero no puedo seguir adelante si no hay definiciones respecto de las personas y de las políticas», afirmó.

Según Ámbito, López formaba parte de Acumar desde 2010 como representante de la Ciudad (la integran también funcionarios de Nación y provincia de Buenos Aires) y llegó a la dirección de la misma con el nuevo Gobierno, aunque su nombramiento formal fue el 20 de enero pasado. Políticamente está alineado ala diputada nacional, Silvia Lospennato, quien llegó a su banca luego de la renuncia del cuestionado Fernando Niembro.

La legisladora, que también pasó por Acumar, responde al titular del bloque macrista de diputados, Emilio Monzó. La segunda del organismo es Gabriela Seijo, próxima al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. El confl icto se desató ante la decisión de Bergman de querer cubrir la mayoría de los puestos del Consejo directivo de la Acumar sin dejar espacios de poder para representantes de la provincia o la Ciudad.

En la práctica, el organismo está paralizado desde hace varios meses y ya había provocado la renuncia de otro director en agosto de 2015, durante la gestión kirchnerista. Acumar cuenta con un presupuesto de $ 1.000 millones y unos 1.000 empleados y debe cumplir la decisión de la Corte Suprema que en 2008 ordenó que se realizará el saneamiento del Riachuelo, según el diario porteño.