La ex candidata a diputada nacional Joanna Picetti se presentó este miércoles en el Congreso para pedir a las autoridades que le dejen asumir la banca de la cual fue excluida por la Justicia, y amenazó con irrumpir en la próxima sesión de la Cámara baja con «una sillita plegable».

La dirigente, que figuró en 2017 en la boleta del frente oficialista «Vamos Juntos» (PRO y Coalición Cívica), protagonizó un escándalo durante la Asamblea Legislativa cuando pese a no estar autorizada por no ser diputada en ejercicio sorteó los controles de seguridad y se metió en el recinto, donde en un momento determinado interrumpió a los gritos al presidente Mauricio Macri.

Tras ser denunciada penalmente por la vicepresidenta, Gabriela Michetti, Picetti retornó este miércoles a la Cámara baja acompañada por un agente de seguridad e intentó radicar un reclamo en mesa de entradas para que su caso sea abordado en la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, y que a su vez se convoque a una sesión especial para tratar el tema.

Además, Picetti pidió ser recibida por autoridades de la Cámara, lo cual fue denegado, producto de que su caso se encuentra judicializado y a la espera de un fallo de la Corte Suprema.

Picetti ocupó el octavo lugar de la lista de candidatos de Vamos Juntos y le hubiera correspondido asumir su banca si no fuera por la determinación de la Cámara Nacional Electoral que hizo lugar a una denuncia por maltrato familiar que pesaba en su contra, excluyéndola.

«A pesar de no haber sentencia firme que me impidiera jurar y asumir el cargo electoral que me corresponde, se me ha impedido con violencia e intimidación ingresar al recinto, donde bajo su orden, abusando de su poder y con la violencia institucional de las fuerzas de seguridad, el personal de seguridad me echó del Congreso», denunció Picetti en la nota presentada este miércoles y dirigida al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó.