La campaña electoral de Mauricio Macri lo llevó al poder pero a lo largo de su mandato se convirtió en su peor enemiga. Es que el equipo de Cambiemos no cumplió con gran parte de lo que prometió y llevó al país a su mayor nivel de presión tributaria desde 1970 (30% sobre el PBI, según OCDE).

Las contradicciones entre su discurso y su modelo generaron una crisis por la cual Argentina sufrirá durante años.

Creó dos impuestos propios e inexistentes antes de su llegada al poder: la renta financiera que resultó una de las causas de la crisis desatada en abril de 2018 y las retenciones 2.0 que provocaron además la furia del campo y la exportación de automóviles a Brasil.

Prometió alivio en las Ganancias que nunca llegaron como tampoco en el impuesto al cheque y los costos laborales.

Mientras tanto el Gobierno implementó una inentendible alza en los costos de las tasas de estadística para las importaciones, que pasarán del 0,5% al 2,5%.

Eso sí, Mauricio Macri redobló la apuesta y en sus «10 puntos» propone insertarse en el mundo y reducir impuestos.