El precandidato a presidente por Consenso Federal, Roberto Lavagna visitó Rosario y habló de todo. De cara a las Paso del 11 de agosto, destacó los principales ejes de su campaña, desde economía a seguridad, mencionando también el FMI y el tipo cambiario.

En diálogo con Conclusión, Lavagna señaló que «en las empresas vinculadas a las tecnologías, al software, hubo una verdadera explosión. Hoy se trata del tercer rubro de exportación argentina».

«En estos sectores la falta de presupuesto es el tema central, dado que Argentina cada vez invierte menos en ciencia y tecnología, 0,3% del producto bruto. Por lo menos habría que duplicar los fondos destinados a estos rubros», sentenció.

Por otra parte agregó que es importante «trabajar en un régimen que permita mezclar la presencia del Estado, con la presencia de los innovadores jóvenes del sector privado».

En relación al 11 de agosto, fecha en la que se realizarán las Paso presidenciales dijo: «Para que nos vamos a volver locos hablando de encuestas, ya veremos qué pasa en esa fecha. Son importantes las Paso porque la cosa negativa de política no está, la gente vota tranquilamente por lo que realmente quiere. Es una gran encuesta nacional donde uno puede libremente votar».

«La economía argentina hace ocho años que está estancada, es un caso único, dos políticas distintas de dos gobiernos distintos -Cristina Kirchner primero, y Macri después- y los mismos resultados», apuntó.

En ese sentido, Lavagna dijo que «la economía argentina tiene que crecer 4% como mínimo por año y lo puede hacer perfectamente y esto empieza poniéndole plata en el bolsillo a los argentinos, devolviendo parte de lo que perdieron entre el 16 y 20% de su ingreso, y al mismo tiempo, una baja de impuestos que favorezca la toma de personal y la inversión. Si se hace por separado no sirve», explicó el precandidato sobre la situación económica que atraviesa el país.

Entrando en detalles señaló que «el gobierno anterior impulsó el consumo, pero se olvidó de la producción y terminó con inflación y estancamiento. Mientras que este gobierno tiene carácter de tipo financiero en la que la inversión productiva no forma parte de su programa».

El precandidato presidencial aprovechó para mostrarse con figuras de la «renovación» socialista como la concejala rosarina Verónica Irizar, quien perdió por muy poco en la interna del Frente Progresista en las Paso para la categoría intendente, contra Pablo Javkin, quien luego resultara intendente electo.

También respaldó la precandidatura a diputado nacional de Enrique Estévez, compañero de bancada de Irizar en el Concejo Municipal, que busca dar el salto al Congreso de la Nación y asegurarle al socialismo tener una figura propia allí y no volver a sufrir episodios ideológicamente dramáticos intramuros, como el que envolvió a Luis Contigiani y el debate por la despenalización del aborto.

Por otra parte, ante la consulta sobre su plan de gobierno respecto de la inseguridad, expresó: «Ni gatillo fácil ni tanta debilidad. La víctima es doblemente víctima porque a quien se protege es a los delincuentes. Puño cerrado, en manos de la fuerza de seguridad, no en manos de privados, que demuestren la capacidad de defenderse cuando hay que defenderse«.

Sobre su visión en relación con la deuda que contrajo el actual Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) explicó que «hay que alargar los plazos, sobre todo 2021 y 2022, que hay 57 mil millones de dólares para pagar y habrá que renegociarlo mostrando la voluntad nacional, no sólo diciendo donde firmo. Un equilibrio».

Y abundó: «Siempre es peligroso cuando uno se sienta sobre alguno de los datos centrales de la economía como lo es el tipo de cambio, se sabe que tarde o temprano las condiciones cambian. El gobierno juega a que no ocurra antes de las elecciones y crea esta supuesta calma, pero qué calma es un país con tasas del 60%, caída del 18% en los shoppings, 20% en los supermercados, cuál es el éxito, ahí no hay éxito».

En la recorrida por el Polo Tecnológico Lavagna estuvo acompañado del actual gobernador de Santa Fe Miguel Lifschitz, quien señaló que «desde el principio hemos manifestado nuestra vocación para integrar un espacio alternativo, que superara la grieta, que pudiera permitirnos un proyecto de futuro para la Argentina. No queremos volver al pasado, no queremos este presente, y queremos un modelo de desarrollo».