Por Leo Ricciardino

Los resultados de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) arrojaron varias lecturas hacia la parada electoral del 14 de junio. Pero también un cúmulo de certezas, por ejemplo, si el voto del domingo 19 fue un voto «castigo» para el gobierno socialista en la provincia. ¿Cómo se explica que el actual gobernador Antonio Bonfatti como candidato a diputado provincial haya cosechado muchos más votos que el propio Miguel Lifschitz? Es claro que Lifschitz no hizo una buena elección. Miguel Del Sel estuvo a sólo 3.500 votos del ex intendente socialista en Rosario y ahí es donde puede verse una pérdida de votos notables del Frente Progresista, Cívico y Social. Por su lado, Omar Perotti superó el 20 por ciento de los votos, lo que ubica al Frente para la Victoria en una perspectiva distinta de aquí en adelante.

No hay tres ganadores de estas primarias. Hay dos claramente: Del Sel y Perotti por las circunstancias antes explicadas y por eso -con sus diferencias- hubo celebraciones en esos dos centros de cómputos. Lifschitz es el que más perdió y eso se vió reflejado en el estado de ánimo de los dirigentes del socialismo.

La misma preocupación se vio en el entorno de la intendenta Mónica Fein, que tampoco hizo una buena elección y perdió terreno a manos de Anita Martínez del PRO y también, de su competidor interno Pablo Javkin, quien estuvo muy por encima de las previsiones electorales de las últimas semanas. Aquí sí hay un indicador de cambio que está por encima del propio Frente y se siente en el desgaste de la figura de la mandataria local.

La categoría de diputados provinciales presentó pocas sorpresas, quizás la aparición en tercer lugar de la interna peronista de la diputada nacional Claudia Giaccone sea una de ellas. Pero la «estrella» de la categoría electoral fue el propio Bonfatti, ya que arrasó prácticamente en todas las localidades y demostró que su figura está mucho más intacta de lo que se creía. Ahora Lifschitz deberá «pegarse» mucho más en los afiches y las recorridas por la provincia a la figura del gobernador para poder crecer de aquí al 14 de junio.

Por más intrincado que sea un sistema electoral siempre deja vencedores y vencidos, y esta elección no fue la excepción. Pero es apenas una etapa. Hoy ya empieza otra película con nuevas incertidumbres y certezas.