Por Aldo Battisacco, enviado especial a Buenos Aires

En el marco de una sesión nutrida de peticiones y contrapuntos entre oficialistas y opositores; como también entre la presidencia y la oposición transcurrieron las primeras horas de debate en torno a la aprobación de la denominada reforma provisional.

De los llamados de atención sobre lo que acontecía puertas afuera del Congreso hasta la solicitud de racionalidad que se le sugirió al oficialismo no fue suficiente para modificar la postura del Interbloqueo Cambiemos.

Desde todos los bloques se intentó con disimiles fundamentos lograr que el oficialismo cese en su «actitud de persistir en querer aprobar una ley perjudicial» pata 18 millones de argentinos.

Poco más tarde las acusaciones entre pares resonaron en el recinto y la imputación hacia los gobernadores como las » prostitutas» del Ejecutivo, generó la reacción del salteño Kosiner -jefe del interbloqueo Argentina Federal- que intentó dar una explicación acerca de la situación de los gobernadores y reclamar las disculpas del caso.

Conclusión dialogo con los legisladores Felipe Solá, Araceli Ferreira y José Ignacio de Mendiguren para consultarles su opinión de lo ocurrido en el recinto.

“Es tristísimo tener que tratar una ley que les mete las manos a los jubilados. Tuvieron quórum y hay que seguir sesión, y hasta el momento sólo se habló de la batalla campal en la calle”, indicó Solá, quien repudió el accionar de “los que empiezan la violencia tirando piedras, y de la policía pendenciera que impiden que se expresen las personas que vinieron a protestar”.

Consultado por este medio sobre el comportamiento de los mandatarios provinciales, el ex gobernador de Buenos Aires indicó: “Esto se llama látigo y chequera. Es indigno lo que hicieron”.

“Me parece un paso atrás y una actitud de unitarismo, me hacen acordar a Néstor y Cristina que los criticamos mucho por eso. Unidad es respetar al pueblo”, agregó.

Asimismo, la diputada Ferreyra descartó que la movilización a las afueras del Congreso haya tenido fines destituyentes y puso de relieve que “el Gobierno no escucha el reclamo que se expresa en las calles”.

“Todas las encuestas de opinión dan que entre un 70 y un 85% de los argentinos están en contra que se le meta la mano en los bolsillos a los jubilados. Quieren dar una muestra de poder ante los poderes fácticos del país”, enfatizó.

Por su parte, De Mendiguren afirmó: “Podemos hablar de cualquier cosa, pero lo que se está debatiendo no es una reforma previsional, sino recortarles derechos a 17 millones de argentinos”.

El diputado Juan Carlos Giordano por el Frente de Izquierda consideró que “se está consumando un robo millonario a los jubilados de 100 mil millones de pesos y se le va a entregar un bono compensatorio de lo que gasta Elisa Carrió en una pizza con salsa golf de las que se come todos los días”.

“Es repudiable toda la represión que hubo. Insistimos en que la CGT tiene que romper el pacto que hizo con el gobierno y lanzar un plan de lucha nacional, no solamente para terminar con el robo de las jubilaciones, sino también para enfrentar el paquete antiobrero y pro patronal que son todas las leyes, incluida la reforma laboral”, manifestó el legislador.

Giordano adelantó que “este martes será una jornada de lucha, será en repudio a la aprobación de la reforma, que todo indica que se va a votar con muy poco margen”.

Y cerró: “Pero ya está claro que en Argentina hay un repudio masivo. Los sectores populares se están dando cuenta de que Cambiemos gobierna para los grandes empresarios y en contra de los jubilados y los trabajadores”.