Durante la presentación del compromiso de Santa Fe con el pacto Global de las Naciones Unidas, realizado esta mañana, el gobernador provincial Miguel Lifschitz fue contundente respecto a la decisión de los municipales de realizar un paro para la próxima semana. «No contribuye en nada a la paz social, al diálogo que se debe tener en un momento de crisis profunda como la que estamos atravesando en la Argentina».

«Está claro que el problema no es de un intendente ni de un gobernador sino que estamos atravesando una crisis muy profunda y tratamos de poner lo mejor de nosotros para buscar alternativas y soluciones», apuntó y completó: «Es un momento para el diálogo y para ponernos todos del mismo lado tratando de atemperar el impacto de la crisis, sobre todo de los sectores más vulnerables de la sociedad».

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El jefe de la Casa Gris también fue consultado sobre la adhesión de la provincia a la ley de Emergencia Alimentaria y destacó que «fuimos uno de los impulsores desde el punto de vista político porque quién primero planteó esto a nivel nacional fue Roberto Lavagna».

«Por eso, una vez sancionada la Ley nacional que fue impulsada desde el Congreso, decidimos adherir y al mismo tiempo establecimos una serie de pautas para implementar esa ley en el territorio santafesino», aclaró.

En ese sentido, Lifschitz dijo que «la idea es reforzar las partidas de las áreas sociales, todo aquello que tiene que ver con la asistencia alimentaria, con la contención social de los sectores más vulnerables a través del Plan Abre, a través del Plan Nueva Oportunidad y de todos los programas de asistencia social que tiene el Ministerio».

También mencionó la importancia de «crear un gabinete especial de monitoreo y una comisión con organizaciones de la sociedad civil para ir evaluando la situación en los grandes centros urbanos de la provincia sobre todo el Gran Rosario y Gran Santa Fe, de aquí hasta fin de año».

Sobre la situación de los gobiernos locales

El gobernador aseguró que están al tanto de lo que ocurre en los demás gobiernos locales y dijo que «están todos muy comprometidos porque la caída de la recaudación que produce la recesión económica impacta de lleno en la recaudación provincial y nacional, sobre todo local, porque se cae el comercio, se caen las pequeñas empresas, los empresarios dejan de pagar ingresos brutos, dejan de pagar el Drei, la gente deja de pagar la tasa municipal, y eso se nota de una manera muy significativa».

«Por otro lado aumentan los insumos como por ejemplo los insumos en salud que están dolarizados al igual que el asfalto y cosas indispensables que requiere un gobierno municipal o provincial para atender a sus obligaciones», expresó preocupado.

Finalmente Lifschitz admitió que «hay mucha mucho compromiso y mucha preocupación de los intendentes» y dijo que están en reuniones permanentes evaluando la situación.