El gobernador Miguel Lifschitz participó este miércoles de la inauguración y remodelación de la sede de la Defensoría del Pueblo en la ciudad de Rosario.

El inmueble, declarado de Interés Patrimonial, está ubicado en cortada Álvarez 1516, donde funcionará también un Centro de Asistencia a la Víctima y Testigo del Delito y un Centro de Mediación y Resolución de Conflictos. Cuenta también con espacios para el funcionamiento de una Delegación de la Defensoría del Pueblo de la Nación y del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi).

«Los ciudadanos necesitan ser escuchados, necesitan tener un espacio donde puedan canalizar sus reclamos y sus demandas en relación a las empresas del sector privado, a conflictos personales y, en muchos casos, también en relación al Estado, y encontrar un lugar donde hacer ejercer esa defensa. Tener un lugar adecuado es valioso y necesario. No hay otra área del Estado que cumpla eficazmente en hacer valer esos derechos como la Defensoría», resaltó Lifschitz.

«La Defensoría es un organismo relativamente moderno en el esquema institucional de la Argentina. Vino junto con la democracia y en todos estos años se ha ido consolidando como una institución importante, necesaria, reconocida por los ciudadanos que ha tenido históricamente diferentes conducciones políticas y, sin embargo, eso no ha sido un obstáculo para que tuviera un fuerte perfil técnico, de asesoramiento, de asistencia, de acompañamiento con las funciones que le son propias; éste ha sido un valor de quienes han ocupado ese lugar a lo largo de todos estos años», remarcó.

El gobernador también resaltó la importancia del edificio: «Es muy valiosa la iniciativa de recuperar un edificio patrimonial de la ciudad, en una manzana muy tradicional, frente a la Plaza Pringles, en el Paseo del Siglo y al lado de la Biblioteca Argentina, que también está en proceso se restauración integral y de ampliación de sus instalaciones, de modo que incorporamos a la Defensoría en este proyecto integral de recuperación de una de las manzanas de mayor valor patrimonial e histórico que tiene la ciudad».

Por su parte, el Defensor del Pueblo de Santa Fe, Raúl Lamberto, resaltó que «es un día muy importante, en primer lugar porque se ha recuperado una casa que es parte del patrimonio arquitectónico y urbanístico de la ciudad de Rosario y en segundo lugar para la Defensoría, que es una institución de prestigio, de atención al ciudadano, que no tiene techo, que incorpora nuevas alternativas a los conflictos, porque el ciudadano así lo va requiriendo a a luz de las realidades modernas», enfatizó.

«En el primer piso funciona Atención al Vecino; en el segundo, Atención a la Victima; y en el tercer piso, Mediación, -enumeró Lamberto-, sumado a un espacio dedicado a la Defesoría de la Nación y otro dedicado al Inadi, concluyó.