En el marco de los 206º aniversario de la creación a la bandera, el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martin, volvió a referirse al debate sobre la despenalización del aborto que llegará próximamente al Congreso y primero aclaró que “no es una cuestión de fe, sino que es una cuestión humana” y luego advirtió que “nosotros -en referencia a la Iglesia- decimos que no está bien, pero aquel que decide abortar, es una responsabilidad”.

En ese sentido, monseñor Martín señaló a Conclusión que “comprendiendo todas las situaciones difíciles y el dolor que eso significa, desde el punto de vista de la ley, lo que lleva una mujer en su vientre es algo o alguien” y en seguida precisó: “Si es algo, no hay anda que discutir, porque se puede sacar; ahora si es alguien, tenemos que ayudar a la madre a que tenga esa vida porque no deja de ser oneroso una intervención de esa naturaleza en el orden psicológico, biológico y moral”.

“Es un deber de todos, que no se descarte a nadie, que seamos inclusivos con los que están y los que vendrán”, resaltó.

Consultado sobre su opinión respecto de aquellos casos en que la vida de la mujer corre peligro de muerte, el arzobispo dijo que “hay que tratar de salvar a los dos” y fue más lejos al considerar que “con la ciencia los casos en que la mujer pone en riesgo su vida son los casos más excepcionales”.

Tomando a la ciencia de aliada, recordó los fundamentos utilizados por el presidente uruguayo Tabaré Vázquez para el veto de la ley del aborto en su gobierno anterior que refería al ADN y dijo que “desde que el óvulo es fecundado por el espermatozoide hay un ADN único, que si se analiza 10 o 100 años después, sigue siendo el mismo individuo”.

“La ciencia ha demostrado cabalmente que no es una parte del cuerpo de una mujer”, manifestó contundente. Pero sin pausa aclaró: “Con esto no quiero decir que no hay que comprender que una mujer que llega a esa decisión, en la generalidad de los casos, vive una situación dramática, muy difícil, y por eso creo que hay que morigerar las penas”.

“Pero creo que hay un valor pedagógico de la ley que dice está bien o está mal. Aquí no entra la religión, sino los fundamentos científicos y morales”, cerró monseñor Martín.

Asimismo, el arzobispo se refirió al narcotráfico, la violencia, y los crímenes.

“Rosario es muy vital pero junto con la vida está la muerte”, reflexionó y luego pidió a Dios por la erradicación de la violencia en nuestros barrios, la pérdida de vidas humanas. “Lo que se necesita es que vuelva la paz a los barrios y que se elimine este flagelo”, apuntó.

Para concluir, dijo que “nosotros -la Iglesia- tenemos que trabajar mucho en la prevención, en la curación, y en la contención”.