El candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza (LLA) en Tucumán, Ricardo Bussi, comparó al colectivo LGBTQ+ con personas discapacitadas o tullidas. Las declaraciones surgieron en el marco del debate entre candidatos a legisladores, organizado por la Fundación Federalismo y Libertad y la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA).

El encuentro estuvo organizado en torno a diferentes tópicos: Educación, Salud, Economía, Seguridad, Justicia, Género y diversidad. En cada temática, los candidatos expusieron sus propuestas y puntos de vista, con capacidad de derecho a réplica, emulando la experiencia de sus candidatos presidenciales.

Al momento de hablar sobre las políticas referentes a Genero y Disidencias sexuales, el hijo del genocida y ex gobernador de facto del tucumano Antonio Bussi, comenzó su exposición diciendo: «Merecen todo nuestro respeto, como los rengos, como los ciegos, como los sordos«, y afirmó que son «pequeños sectores de la sociedad que tienen que ser reconocidos».

«No se le puede dar una cuota del Estado a alguien que pertenece a un grupo minoritario. Lo que no queremos es que lo banquemos entre todos», sostuvo Bussi, y arremetió contra las políticas de acompañamiento al colectivo travesti-trans: «El que decidió su camino sexual, es responsable de sus elecciones. No tenemos porqué hacer cargo de eso a toda la comunidad».

A su lado, el candidato de Unión por la Patria, Pablo Yedlin, le contestó desde el disentimiento: «El Estado tiene una responsabilidad sobre aquellos grupos más vulnerados», y subrayó las dificultades de la población LGBTQ+  para conseguir trabajo o seguro social. «El Estado debe estar presente, debe arreglar para que todos corramos una carrera más o menos parecida, no como vos que crees que todos corremos desde el mismo lugar y que se salve el que pueda», sostuvo el ahora titular de la comisión legislativa de Salud de la Cámara Baja nacional.

Los candidatos que participaron del evento fueron Yedlin, Mariano Campero (candidato de Juntos por el Cambio) y Ricardo Bussi por LLA. También estaban invitados Federico Masso, de Libres del Sur, y Alejandra Arreguez, del Frente de Izquierda, pero ninguno de los dos se presentó.

Bussi: un hombre conservador

Ricardo es el orgulloso hijo de Antonio Bussi, general del Ejército Nacional y gobernador de facto durante la última dictadura militar. Antonio Domingo Bussi comandó el Operativo Independencia, con el cual las Fuerzas Armadas combatieron a las guerrillas tucumanas entre 1975 y 1979. Bussi padre fue acusado de 800 casos de desapariciones, torturas y homicidios, cuyos testigos aseguran que el militar efectuó muchos de ellos con sus propias manos.

Creador de «Fuerza Republicana», partido por el cual su hijo hoy es candidato a legislador nacional, Antonio Bussi fue el interventor de Tucumán entre 1976 y 1978. Posteriormente, y habiendo sido beneficiado por la ley de Punto Final, sancionada por Raúl Alfonsín, ganó las elecciones a Gobernador en 1995.

Ricardo Bussi y su padre, Antonio Domingo Bussi

«Tus valores son los que hoy Tucumán necesita», dijo el hijo menor del ex gobernador Bussi. Este último ocupa una banca en el congreso provincial desde 2001, alternando sus cargos, siempre al frente del bloque fundado por su padre. Recordemos que Javier Milei fue asesor de Antonio Domingo Bussi en su paso por el Congreso nacional.

Durante la aplicación de la Ley Micaela en Tucumán, en mayo del 2020, el legislador exigió una alternativa a la mencionada ley que capacita en perspectiva de género y violencia contra las mujeres a funcionarios públicos, tildó al feminismo como «una moda» y sostuvo: «No conozco casos de asesinatos por la condición de mujer. Conozco hombres que han asesinado mujeres por celos, por envidia, por depresión pero por el hecho de ser mujer… no conozco ningún homicidio».

Un mes después, el bloque Fuerza Republicana presentó un proyecto de repudio por el izamiento de la bandera LGBTQ+ en la ciudad de Córdoba. «Estas acciones no son sólo una afrenta a los argentinos, a quienes nos representa la bandera nacional, sino que incurre en violación de normas nacionales y principios sobre el uso y respeto por los símbolos patrios», decía el pliego bussista.