La jueza Sandra Arroyo Salgado, ex mujer de Alberto Nisman, fue aceptada como querellante, en representación de las dos hijas menores de edad de ambos, en el marco de la causa que investiga la muerte en circunstancias dudosas del fiscal.

La causa que investiga la muerte del fiscal  estuvo centrada en la extensa declaración testimonial  de su ex esposa, Sandra Arroyo Salgado, que se extendió por ocho horas y cuyo contenido no trascendió, pero que dio lugar a que la jueza Fabiana Palmaghini ordenara nuevas medidas de prueba.

La fiscal Viviana Fein distribuyó en la sede de la Fiscalía un comunicado en el que aclaró que estaba a la espera de «la finalización de un peritaje balístico donde se dispuso la toma de muestras a los efectos del cotejo de ADN», y también de conocer «si el proyectil extraído del cuerpo se corresponde con el arma calibre 22 hallada en el lugar».

Así, mientras la declaración testimonial de Arroyo Salgado se extendía hasta el atardecer, la jueza ordenaba medidas «a fin de recolectar nuevas pruebas» y se realizaba un nuevo operativo en el edificio donde vivía Nisman, a cargo de la Policía Federal.

Si bien Fein quiso mantener «en reserva los detalles» hasta que lo ordenara la magistrada Palmaghini, se supo que al departamento de la torre Le Parc donde fue encontrado muerto Nisman llegaron para trabajar peritos de la División Homicidios y Delitos Informáticos de la Policía Federal.

Arroyo Salgado, brindó detalles a la fiscal sobre sus últimos contactos con Nisman en el marco del viaje a Europa, donde se iban a encontrar para pasear con sus dos hijas.

La causa sigue caratulada como «muerte dudosa» y ahora la fiscal investiga la hipótesis del asesinato, por lo que continúan los procedimientos en la torre Le Parc de Puerto Madero, donde el pasado jueves por la noche se realizó un allanamiento de más de cinco horas y se confiscaron las grabaciones de las cámaras de seguridad.

La fiscal se presentó allí junto a un equipo técnico y, entre otras dependencias, recorrió el centro de control de las cámaras de seguridad y los pasadizos donde se encuentran equipos de aire acondicionado y que conectan el departamento de Nisman con el de un vecino.

«Vamos a cotejar con el personal de mantenimiento si las huellas plantares y de la mano (allí halladas) podrían corresponder a personal que periódicamente revisaban los equipos de aire», manifestó Fein.

La funcionaria judicial, Sandra Arroyo Salgado, se separó de Nisman hace tres años y tiene dos hijas con él. Hasta el momento la jueza siempre mantuvo un perfil bajo aunque tuvo casos de resonancia como cuando en el 2010  ordenó la extracción de ADN a los hermanos Noble Herrera, hijos adoptivos de la dueña de Clarín, con el fin de aclarar si eran o no hijos de desaparecidos durante la dictadura militar.

En su declaración de ayer ante la fiscal Viviana Fein, la magistrada confirmó que su ex marido anticipó su regreso de las vacaciones que estaba compartiendo con una de sus hijas en Europa y planteó dudas sobre la versión que sostiene que Nisman se quitó la vida por voluntad propia.