La jueza Fabiana Palmaghini suspendió hoy la junta médica que se iba a encargar de comparar los peritajes oficiales y de parte para dirimir las disidencias sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman y que se iba a realizar el próximo lunes.

Palmaghini hizo lugar al pedido de la exesposa de Nisman, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, querellante en la causa, quien reclamó mediante un escrito la anulación de la reunión de la junta médica.

En el escrito Arroyo Salgado se mostró disconforme por la forma en que se realizó la convocatoria y la condición de los facultativos médicos que fueron llamados para integrar la junta del peritaje.

Fuentes judiciales indicaron que la exesposa del fiscal no estaba de acuerdo con que se convocaran a un neumonólogo, un psiquiatra y un cardiólogo y consideró que se podrían haber citado peritos de prestigiosos cuerpos forenses, por lo que la constitución de la junta médica le pareció «insuficiente».

Anteriormente, la jueza de San Isidro había pedido también que Palmaghini supervisara el encuentro de la junta médica, que finalmente no se efectuará.

Por su parte, la fiscal Viviana Fein, que lleva adelante la investigación sobre la muerte de Nisman había preparado un listado de 20 preguntas sobre las circunstancias y el hecho de la muerte del fiscal.

La fiscal, según las fuentes consultadas, quería arribar a una conclusión única que zanjara finalmente las diferencias entre los peritos oficiales y los de la querella.

Una de las dudas que Fein esperaba dirimir en la junta médica era si el fiscal estaba de rodillas al momento de recibir el disparo, como plantean los peritos de la querella.

No es la primera vez que la jueza Palmaghini hace lugar a un pedido de Arroyo Salgado en detrimento de acciones de Fein: la última había sido cuando aceptó el pedido de recusación que laquerellante interpuso para apartar al experto criminalista Enrique Prueger como perito oficial en la investigación.

Palmaghini firmó la resolución y dejó fuera del caso a Prueger, un especialista en criminalística que reside en Neuquén y que actuó en varias causas resonantes.

Para el apartamiento, la jueza destacó en su escrito que había detectado irregularidades en la designación, entre ellos, que Prueger no acreditó su condición de licenciado en criminalística además de otros elementos necesarios para actuar como perito oficial.

En respuesta, Prueger rechazó las acusaciones, dijo que le parecía «chocante» que señalaran la ausencia de títulos habilitantes como motivo de apartamiento y sostuvo que no sólo podría traer su diploma a la Fiscalía «bajo el brazo», sino que la Universidad puede «acreditar» su «solvencia profesional».

Prueger intentaba utilizar «una técnica específica» que se llama Blue Stain, para «el estudio de las proyecciones de las manchas de sangre» y que permitiría determinar si Nisman estaba de rodillas cuando recibió el disparo que terminó con su vida en el baño de su departamento.

El especialista había destacado que su equipo era «el único en la Argentina y uno de los pocos de Latinoamérica» que aplica el Blue Stain y señalado que existen «antecedentes judiciales de haber aplicado la técnica con mucho éxito en casos de homicidio».

La decisión de Fein de convocar a Prueger se produjo después de que los peritos de la querella (Daniel Salcedo, Osvaldo Raffo y Julio Ravioli) presentaran un informe ante la Fiscalía en el que aseguran que Nisman se encontraba arrodillado al ser víctima de un homicidio.