Los últimos resultados electorales echaron baldes de realidad sobre un terreno político plagado de especulaciones y cálculos interesados.

Las provincias que ya concurrieron a las urnas en este 2023 mostraron que el griterío libertario es, al menos hasta el momento, más ruidoso que masivo. Su preferencial presencia en los medios de comunicación de alcance nacional estuvo lejos de derramar sus bondades en los candidatos locales que acompañan la precandidatura a presidente del economista Javier Milei.

En tanto, este lunes se conoció que Milei tendrá como compañera de fórmula en las elecciones PASO del 13 de agosto a su compañera de bancada en la Cámara de Diputados Victoria Villarruel, una abogada que incita a la polémica por su visión sobre los hechos de la última dictadura militar. La controversial legisladora es conocida por remarcar en reiteradas oportunidades que «no hubo 30.000 desaparecidos».

El actual diputado nacional de La Libertad Avanza tomó sus recaudos para no quedar pegado a estas derrotas o al menos cultivar un argumento que le sirva al ser asociado con estas caídas. La semana pasada, el espacio libertario que comanda el economista publicó un comunicado en las redes oficiales del partido, en el que marcó que su «objetivo son las próximas elecciones presidenciales 2023».

«Nuestros esfuerzos y recursos en términos de fiscalización, comunicación, etc., estarán destinados a ese fin. En este sentido, todos aquellos partidos políticos que nos acompañan decidirán participar o no de las elecciones provinciales según sus necesidades jurídicas o territoriales utilizando sus propios símbolos e imágenes partidarios. No así los símbolos e imágenes de Javier Milei 2023 y sus alianzas, que se reservan exclusivamente para las elecciones nacionales», puntualizó el escrito.

De esta manera, La Libertad Avanza tomó una decisión de múltiple impacto. Por un lado, se desentendió de probables futuras derrotas -algunas confirmadas el pasado fin de semana- y, por otro, les quitó gran parte del apadrinamiento que les propició durante la campaña a algunos candidatos.

Otros distritos cuyas elecciones son aún una incógnita, como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, exponen un escenario con coincidencias y diferencias, pero con la misma lógica al momento de establecer los armados.

No aparecen, tal proponen ciertas lecturas mediáticas y provenientes de encuestadoras, signos de avance concreto, con la voracidad que se le atribuye, por el simple hecho de ratificar una participación -manifiestamente vinculada a Milei o no- en los comicios locales.

En algunos lugares La Libertad Avanza incluso se bajó de la posibilidad de competir por cargos ejecutivos. El partido -no constituido como tal en el territorio santafesino- no ofrecerá opciones propias en la competencia por la Casa Gris y el Palacio de los Leones, tampoco en las categorías legislativas. Hubo acercamientos con economistas y periodistas de Rosario, pero no terminó concretándose nada. Cabe recordar que sí está confirmada para los comicios nacionales la economista Romina Diez, que encabezará lista para la Cámara de Diputados de la Nación.

En suelo cordobés hubo movimientos del mismo carácter, tendientes a no quedar pegados a ninguna figura de escasa cosecha electoral. Los dirigentes identificados con el espectro libertario que competirán en los comicios del próximo 25 de junio deberán ir a la contienda sin el apoyo explícito del precandidato a presidente ni los símbolos asociados a su espacio.

Estas acciones son producto de un escenario reciente, donde las caras del libertarismo quedaron desplazadas de los primeros planos en aquellas provincias que desarrollaron sus actos eleccionarios. En Río Negro y Neuquén había pasado previamente. En Chubut también decidió bajarse de la contienda por falta de competitividad de sus representantes. El fin de semana pasado tuvo otro mal trago con la magra cosecha de su candidato Martín Menem, que quedó en el tercer lugar: a 30 puntos del oficialismo y 16 de Juntos por el Cambio.

En otros territorios el escenario carga aun más contrariedades para Milei, como en Jujuy, donde el voto producto del hartazgo con la clase política terminó decantando en Alejandro Vilca, recolector y candidato a gobernador por el Frente de Izquierda Unidad. Fue la mejor elección ejecutiva de este espacio desde 1983, una muestra de que la bronca también tiene vías de canalización que son totalmente opuestas a las que propone el líder libertario.

En enero de este año, Milei aseguró que en el distrito bonaerense poseen «127 municipios de los 135 armados» y que «es más potente que el que tenía (el expresidente Mauricio) Macri en 2015». Esa expresión, al calor de los resultados recientes, entran en terreno incierto. Habrá que esperar las oficializaciones que lleguen con el correr de los días.