Organizaciones de recicladores nucleadas en el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) de Rosario marcharon este jueves hacia el Monumento Nacional a la Bandera para reclamar la aprobación de la Ley de Envases con Inclusión Social, que espera su tratamiento en el Congreso.

La propuesta -indicaron los manifestantes- está «basada en el principio de Responsabilidad Extendida al Productor», vigente en muchos países del mundo, y que apunta a «crear y dignificar puestos de trabajo y reducir la contaminación causada por los envases que las empresas colocan en el mercado».

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La movilización rosarina incluyó una presentación en el Concejo para que el cuerpo legislativo local acompañe el pedido que las organizaciones elevan a nivel nacional mediante el impulso de políticas puntuales que reconozcan el trabajo de cartoneros y recicladores.

«La situación, al ser tantos en la actividad, está medio difícil. En la federación de acá de Rosario solo tenemos reconocidos 15 compañeros. Están en una prueba piloto hace dos años. Ya no tendría que ser más prueba piloto, debería ser un trabajo concreto. También estamos a la espera de nuestro propio galpón para poder hacer un reciclado», expresó la referente del MTE, Susana Arriola, en conversación con Conclusión.

El proyecto debatido a nivel nacional busca fijar una Tasa Ambiental de Responsabilidad Extendida del Productor (TAREP), que deberá ser expresado en pesos por kilogramo de materiales en los envases y no podrá ser superior al 3% del precio mayorista de venta del producto envasado.

«Son esos grandes generadores que largan un envase al mercado y después no se hacen cargo de su consumo. La idea de la ley es que ellos mismos, cuanto más material reciclable generen en el envase, menos paguen la tasa ambiental», explicó Arriola.

La idea es que los recursos recaudados a partir del cobro de la tasa ambiental vayan dirigidos a los municipios, quienes luego los utilizarían para generar convenios con los recicladores. De esa manera favorecerían el trabajo de las cooperativas de reciclado.

Al ser consultada por la cantidad de recicladores que actualmente trabajan en la ciudad, la referente del sector apuntó que en Rosario hay unos 3.000, un número que debe ser multiplicado varias veces si se considera el total de trabajadores vinculados a la actividad en el país.

«Queremos que todos puedan tener buenas condiciones de trabajo y ser reconocidos. A diario se suman muchos compañeros que se quedan sin su fuente laboral», expresó Arriola.